La primera fase de los ensayos de una vacuna contra el coronavirus desarrollada por científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha demostrado que el medicamento es eficaz contra la enfermedad, reporta The Telegraph citando a fuentes familiarizadas con la investigación que no quisieron revelar sus nombres.
Una de esas fuentes precisó que el medicamento, inyectado a 500 voluntarios, ha provocado en ellos «una doble defensa» contra el virus, haciendo que produjeran anticuerpos y linfocitos, o células-T, que forman parte del sistema inmune y pueden combatir el patógeno. Este resultado es alentador, ya que la inmunidad basada en linfocitos es mucho más duradera que la que proporcionan los anticuerpos y puede mantenerse durante años, indica el diario.
Otra fuente confirmó la noticia. «Puedo decirles que ahora sabemos que la vacuna de Oxford cubre ambas bases: produce una respuesta tanto de células-T como de anticuerpos», cita el diario al informante.
«Con suerte, la combinación de esas dos [respuestas] podrá proteger a las personas», agregó la fuente, detallando que «de momento todo va bien». No obstante, indicó que, aunque los resultados son «extremadamente prometedores», por ahora la longevidad de la vacuna no se ha demostrado.
«Es un momento importante. Pero nosotros aún tenemos un largo camino por recorrer», dijo la fuente de The Telegraph.
Según el diario, los resultados de los ensayos se publicarán en la revista The Lancet el próximo lunes.
En abril, la vacuna de Oxford fue probada exitosamente en macacos Rhezus, y en junio comenzaron en Brasil ensayos a gran escala de la vacuna paralelos a los británicos.
A finales de abril, el gigante farmacéutico británico AstraZeneca, que producirá la vacuna desarrollada en Oxford, anunció por medio de su presidente ejecutivo, Pascal Soriot, que, si la vacuna se muestra efectiva, ya el próximo octubre la empresa podrá «suministrar un número suficiente [de dosis], dando prioridad a la población del Reino Unido».