Río de Janeiro presentó este miércoles la temperatura más alta registrada este año en la ciudad brasileña, con 42 grados centígrados y una sensación térmica que en algunas zonas llegó hasta los 60 grados. Los datos provienen de Alerta Río. Según las autoridades, al municipio todavía le queda por delante una jornada larga y calurosa.
El intenso calor llevó a decenas de bañistas a refrescarse en las playas, como las turísticas y emblemáticas Copacabana e Ipanema.
De acuerdo con las autoridades, el jueves y viernes la formación de un sistema de baja presión en el océano hará que el clima sea inestable, y se esperan lluvias moderadas a intensas entre la tarde y la noche, que pueden ir acompañadas de rayos. Sin embargo, el calor debería mantenerse constante, con una máxima de 39ºC y una mínima de 23ºC. La situación también podría repetirse el viernes, pero con temperaturas más suaves, entre 22ºC y 32ºC. Las lluvias podrán superar los 25 mm/h en al menos una parte de la ciudad.
Expertos coinciden en que los efectos son más agudos en los barrios más pobres, con una fuerte densidad de población y viviendas precarias separadas apenas por pasajes estrechos.
Dentro de las casas, sin aislamiento al calor y poco ventiladas, la situación solo empeora. “Se genera una sensación de sauna”, expresó André Candido, habitante de Rocinha.
Brasil sufrió en los últimos meses del 2023 el impacto del clima extremo que los expertos atribuyen al calentamiento y al fenómeno El Niño: altas temperaturas, una sequía histórica en el norte e intensas lluvias acompañadas de ciclones en el sur del país.
La intensa ola de calor ha tenido consecuencias trágicas. Ana Clara Benevides, una joven estudiante de Psicología y fanática de Taylor Swift, murió a causa de un paro cardíaco provocado por la deshidratación y el calor extremo durante el recital de la estrella del pop en noviembre de 2023 en Río de Janeiro.