En 2006, el mundo del espectáculo se paralizó con el nacimiento de Shiloh, la primera hija biológica de Brad Pitt y Angelina Jolie, «la pareja» en aquél momento.
La rubia de ojos azules venía a hacerles compañía a sus hermanos Maddox, Pax y Zahara, adoptados años atrás. Sus padres trataron de mantenerla lejos de los reflectores, pero terminaron por aceptar la millonaria oferta de People para que la bebé apareciera en su portada. Fue, además, la primera recién nacida en ocupar un lugar en el prestigioso Museo de Cera de Madame Tussauds de Nueva York.
Cuando cumplió 4 años, se empezó a hacer evidente que Shiloh prefería usar ropa que se asocia más con los varoncitos y llevar el pelo corto. Sin ningún misterio, tanto Angelina como Brad contaron la verdad en varias entrevistas: la pequeña quería ser un niño y tenía todo el apoyo de ambos, dispuestos además a inculcarle que sería ella misma quien decidiría su destino.
Pese a su corta edad, estaba segura del camino que quería tomar, razón por la cual dio el siguiente paso: adoptar un nuevo nombre, John, inspirado en uno de los personajes de los cuentos de Peter Pan que tanto le gustan.
La transformación se ha hecho palpable con el paso de los años. En las galas de Hollywood o en los frecuentes viajes por el mundo de su particular familia multiétnica, John aparece siempre con trajes masculinos, corbatas, chaquetas anchas y pantalones, o con prendas informales y deportivas, que no dejan duda de que cada vez más parece un jovencito entrado en la adolescencia.
Así quedó claro en su reaparición con motivo del estreno de Maléfica: dueña del mal, la más reciente cinta de su madre. A los medios estadounidenses esto les llamó la atención y, de acuerdo con sus averiguaciones, el cambio no es solo exterior, sino que Shiloh, o John, inició un tratamiento con hormonas para detener la definición de los rasgos femeninos propios de su edad.
En fin, no era una chiquillada, como muchos creyeron, y no hay duda de que él enfrentará la atención mediática de otros herederos de grandes estrellas, como Chaz Bono y Stephen Beatty, hijos de Cher y Warren Beatty, respectivamente, que también nacieron mujeres y se transformaron en hombres.