El BSR Amiab Albacete se proclamó campeón de Europa de baloncesto sobre silla de ruedas por primera vez en su historia. Una hazaña difícil pero que se podía esperar. Lo que nadie esperaba es lo que ocurrió cuando regresaron de Frankfurt, donde se disputó la final, porque no se recuerda nada igual.
Después de más de horas encerrados en el avión, en su aterrizaje en el aeropuerto de Barajas, saltó la sorpresa para los integrantes de la plantilla del conjunto albaceteño. Las sillas de ruedas de siete jugadores se habían quedado en tierras alemanas, ya que la compañía aérea las olvidó allí.
«Siete sillas, de siete personas de personas amputadas, de paraplejias, se han quedado en el aeorpuerto de Frankfurt, no han sido embarcadas», declararon desde el propio club tras su parada previa en Madrid de regreso a Albacete. La solución desde la compañía era «esperar el próximo vuelo y ver si hay suerte que venga en ese vuelo».
Esta propuesta terminó por sorprender completamente al equipo, que finalmente desplazó a los afectados en un bus medicalizado hasta un hotel. Ni siquiera esta mala experiencia borró la sonrisa de los jugadores del Amiab Albacete, que hizo historia después de imponerse en la final al Ilunion por 64-78.