El hombre que abrió fuego al interior de una iglesia de Texas vivía en las calles, era adicto a las drogas y, según su hermana, habría «elegido» el recinto religioso para cometer la agresión «porque era muy cercano al señor».
Antes de perpetrar el ataque el domingo, Keith Thomas Kinnunen, quien tenía 43 años de edad y era originario de River Oaks, había acudido en múltiples ocasiones a la iglesia West Freeway Church of Christ a recibir alimentos, donde se negaron a darle dinero cuando lo solicitó.
Dos feligreses, identificados como Anton Wallace y Richard White, fueron asesinados a tiros por Ketih el domingo, esto antes de que el exagente del FBI y jefe de la seguridad de la iglesia Jack Wilson abatiera al tirador.
Amy, hermana de Keith Thomas Kinnunen, dijo que el hombre había estado entrando y saliendo de hogares, pero que se mantenía profundamente religioso.
Cualquier problema que tú tenías, el podía darte una escritura bíblica. Él era muy cercano al Señor. Yo creo que fue por eso eligió la iglesia», reprotan que expuso Amy a CNN.
Reportes indican que Keith tenía dos exesposas, las cuales lo han descrito como un hombre con problemas de salud mental y un «fanático religioso».
Su exesposa Angela Holloway, quien se divorció de Keith en 2010, dijo a NBC que sabía que el hombre «estaba loco, pero no de esta forma». Angela dijo que el hombre tenía un mal hábito de consumo de drogas y que estaba enfermo mentalmente.
Por su parte, la primera esposa del tirador, Cindy Glasgow-Voegel, dijo que Keith intentó contactarla después de divorciarse y que ella presentó una orden de protección del condado de Grady, Oklahoma en 2012.
Keith es una persona violenta, paranoica con una larga línea de asaltos y agresiones con y sin armas. Él es un fanático religioso, dice que él combate a un demonio… Él no es amable con nadie», reportan que expuso Cindy en un pronunciamiento.
Asimismo, se reporta que Keith tuvo problemas con la ley en el pasado, por delitos de agresión y robo.