Rusia ha lanzado durante las últimas horas un total de 89 drones kamikaze iraníes Shahed que han sido derribados en su totalidad por las defensas aéreas ucranianas, según ha informado este miércoles la Fuerza Aérea de Ucrania. El principal objetivo del ataque ha sido la región de Kiev, donde han sido interceptados más de cuarenta aparatos no tripulados de ataque.
«En dos oleadas, más de 40 drones enemigos fueron derribados sobre la zona de Kiev y en las afueras de la capital», informó la administración militar de la ciudad en Telegram, añadiendo que ningún dron alcanzó su objetivo. La autoridad calificó el ataque como uno de los más fuertes contra Ucrania durante toda la guerra. En total, las alarmas antiaéreas sonaron en la ciudad, de 3 millones de habitantes, durante más de ocho horas durante la noche, añadió. También fue interceptado un misil de crucero Ch-59, añadió la fuerza aérea ucraniana. Otras regiones atacadas fueron Dnipropetrovsk, en el sureste, y Mykolaiv, en el sur.
Rusia ha aumentado considerablemente la producción de drones, declaró ayer el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov. «La cantidad (de producción) de los drones FPV ha aumentado drásticamente. He comprobado y ahora hacemos unos 4.000 al día», dijo Beloúsov durante una reunión con militares que participan en la campaña bélica en Ucrania.
A principios de 2023 el funcionario anunció el programa Sistemas de Aviación No Tripulados, que contemplaba la concesión de casi 7.000 millones de dólares para la producción de 32.000 drones anuales hasta 2030. Según la revista Forbes, en diciembre de 2023 Rusia producía cerca de un millar de drones al día.
Mientras Ucrania dice que bajo todos los drones otras partes se quejan que no tienen electricidad y los rusos detectan donde estan las lanzaderas de misiles antiaereos.