Turquía dio a conocer una serie de ataques en contra de bases kurdas en los territorios de Siria e Irak, de acuerdo con el gobierno local, estos bombardeos estaban destinados a grupos terroristas. Esta operación fue llamada «Operación Garra-Espada y se lleva a cabo después de la explosión que cobró la vida de seis personas el pasado domingo en Estambul, punto en el que también 81 personas resultaron lesionadas. Este ataque habría sido causado por el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), según el gobierno turco.
«Estamos empezando la Operación Garra-Espada», anunció el ministro de Defensa, Hulusi Akar, que dirigió la ofensiva desde el centro de operaciones de la fuerza aérea junto a altos comandantes.
Akar también fue visto en un video informando al presidente Recep Tayyip Erdogan, quien dio la orden de lanzar la operación, en la que, según un grupo de monitoreo, murieron 15 personas. El Ministerio de Defensa turco indicó que los bombardeos estaban dirigidos a posiciones del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y de las kurdas Unidades de Protección Popular (YPG), que Ankara considera una extensión de esa formación ilegal en Turquía.
La operación se llevó a cabo en las regiones en el norte de Irak y Siria que son usadas como bases para ataques de terroristas en nuestro país, añadió el ministerio. Turquía culpa al PKK del atentado de Estambul, el más mortífero en cinco años y que despertó el doloroso recuerdo de una ola de atentados en todo el país entre 2015 y 2017 que se atribuyeron en su mayoría a militantes kurdos y a yihadistas del grupo Estado Islámico.
Tanto el PKK, que encabeza una insurrección de décadas en Turquía, como las YPG negaron cualquier implicación en el ataque. Ningún individuo o grupo ha reivindicado la autoría.