Una turba enardecida de unas 200 personas linchó hasta la muerte a un exasesor de la Cámara de Diputados de México en el estado de Puebla (centro), tras acusarlo de ser un «secuestrador de menores», informaron las autoridades el domingo.
«La justicia por propia mano no es justicia, sino barbarie. Las autoridades competentes ya investigan lo ocurrido a fin de determinar responsabilidades», indicó en un comunicado el gobierno del municipio de Huachinango.
Daniel Picazo, abogado de 31 años, fue golpeado y calcinado el viernes pasado en la comunidad de Papatlazolco, perteneciente al estado Huachinango, a unos 180 kilómetros de Ciudad de México, añadió el gobierno local.
La policía intentó rescatarlo pero vecinos lo impidieron, al insistir en que era un secuestrador de menores. Cuando los oficiales intentaron ponerlo a resguardo dentro de una patrulla, habitantes de la comunidad lo sacaron y se lo llevaron por la fuerza a las canchas deportivas locales, en donde 200 personas lo golpearon, le rociaron gasolina y le prendieron fuego aún con vida.
La camioneta en la que se trasladaba Picazo también fue quemada.
La movilización de la gente y la acusación contra Picazo se originaron en grupos de mensajería telefónica, en los que se advertía que un supuesto delincuente se encontraba en el pueblo para secuestrar menores, prosiguió el comunicado.
Picazo fue hasta marzo de 2022 asesor en la Cámara de Diputados, informó esa institución. Trabajaba principalmente con legisladores del Partido Acción Nacional (PAN, conservador), que también difundió condolencias a la familia y exigió justicia.
Este tipo de crímenes no son nuevos en México, y se registran en localidades alejadas, donde las fuerzas de seguridad estatales tardan en llegar. Uno de los casos más dramáticos ocurrió en 2019 también en Puebla, cuando siete hombres fueron golpeados y quemados hasta la muerte.
Ese año 43 personas murieron y 173 habían resultado heridas en linchamientos, reportó en un informe la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Ay quijazno te deberíamos mandar a Puebla, ya que aquí la justicia no tiene los de gallina…