El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden que autoriza al Ejército a preparar y, en caso necesario, ejecutar operaciones contra cárteles de la droga fuera del territorio estadounidense. La medida se sustenta en la reciente clasificación de varios grupos criminales como Foreign Terrorist Organizations (FTO), lo que amplía el margen legal para desplegar acciones militares, de inteligencia y cooperación internacional contra ellos.
Entre las organizaciones designadas figuran los cárteles mexicanos de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación (CJNG), del Golfo, de Juárez, de Tijuana, de los Beltrán Leyva y de los Zetas, además del Cártel de Santa Rosa de Lima. También fueron incluidos el Tren de Aragua (Venezuela), la Mara Salvatruchos (MS13) y otras redes transnacionales ligadas al narcotráfico y crimen organizado.
La orden presidencial instruye al Pentágono a desarrollar planes para operaciones que podrían incluir vigilancia con drones, interdicción marítima y colaboración con fuerzas de países aliados, aunque sin detallar fechas ni objetivos inmediatos. Pese a ello, la medida ha generado tensión diplomática, especialmente con México, cuya presidenta, Claudia Sheinbaum, rechazó cualquier intervención militar extranjera en su territorio.
La decisión ha dado paso a un debate jurídico, ya que el derecho internacional limita el uso de la fuerza fuera de las fronteras que podrían afectar la soberanía de los países implicados. Sin embargo, la administración Trump sostiene que la designación como organizaciones terroristas habilita a Estados Unidos a actuar de forma preventiva para proteger su seguridad nacional.