El presidente Donald Trump presenta un nuevo plan de inmigración, mientras busca convencer a legisladores y estadounidenses de realizar una reforma al actual sistema migratorio del país.
La nueva iniciativa, impulsada por Jared Kushner, su yerno y asesor presidencial, se enfoca en la seguridad fronteriza y en modificar el actual sistema de «green cards» (tarjetas de residencia permanente para inmigrantes) a fin de que favorezcan a personas altamente calificadas, con carreras universitarias y que ya recibieron ofertas de empleo, y no a familiares de quienes ya están en Estados Unidos.
La propuesta ha causado reacciones mixtas entre los senadores republicanos. La iniciativa enfrentará oposición en el Congreso, y las posibilidades de alcanzar un acuerdo sobre un tema tan controvertido en temporada electoral son poco prometedoras.
Altos funcionarios del gobierno consideran que el plan podría gozar del apoyo de los republicanos, y dar al partido una hoja de ruta que les permitiría decir que respaldan.
Pero la propuesta no aborda qué hacer con las personas que viven sin permiso en Estados Unidos, entre ellos los llamados «soñadores», los inmigrantes traídos al país cuando eran niños.
Funcionarios del gobierno dijeron el miércoles a reporteros que el plan podría crear un sistema de visas basado en puntos, similar al aplicado por Canadá y otros países.
En virtud de este plan, Estados Unidos concedería el mismo número de residencias permanentes que hasta ahora, pero una cantidad mucho mayor sería entregada a estudiantes excepcionales, profesionales y personas con diplomas técnicos.
Tampoco serían atendidos elementos como la edad, el dominio del inglés y las ofertas de empleo.
Incluso podría ser eliminada la lotería de visas por diversidad, que ofrece green cards a ciudadanos de países con bajas tasas históricas de inmigración a Estados Unidos.
No es la primera vez que la Casa Blanca de Trump presenta un plan de inmigración. Una propuesta de «cuatro pilares» presentada el año pasado fracasó debido a la falta de apoyo de los republicanos. Esta vez, la residencia presidencial ha asumido un papel más activo y redactó el texto para el legislativo.