El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una proclamación de inmigración, una orden que ayudaría a prohibir a los migrantes que cruzan la frontera de los Estados Unidos con México solicitar asilo.
De este modo, EE.UU. negaría el asilo a quienes entren ilegalmente al país. Una medida diseñada para contener la llegada de los más de 13.000 migrantes centroamericanos que se dirigen en las diferentes carvanas rumbo a los EE.UU.
El estatuto firmado por Trump pone en vigencia las regulaciones adoptadas el pasado jueves 8 de noviembre, las cuales anulan las leyes estadounidenses que establecen que cualquier persona es elegible para el asilo, sin importar cómo ingrese al país.
«Necesitamos gente en nuestro país, pero tienen que venir legalmente y tienen que tener méritos», dijo Trump el viernes antes de salir de viaje con rumbo a París.
El pasado jueves, el fiscal general interino Matthew Whitaker y la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, presentaron los lineamientos de la nueva orden que horas más tarde sería firmada por Trump, llamada Regla Final Provisional.
«Aquellos extranjeros que infringen una suspensión o limitación presidencial para ingresar a Estados Unidos a través de la frontera sur con México (…) serán ilegibles para el asilo», señalaron los funcionarios de la administración Trump en un comunicado conjunto.
Sin embargo, una vez entrada en vigor, la medida podría ser bloqueada primero por tribunales menores y en última instancia por la Suprema Corte.
De este modo, un migrante que pise suelo estadounidense sin contar con el visado requerido no podrá solicitar asilo e incluso será sujeto a la deportación.