Como ocurre con todos los virus, el coronavirus que causa la enfermedad COVID-19 también va cambiando. Al cambiar, pueden aparecer mutaciones y se van conformando variantes como descendientes del virus original. Hoy las autoridades sanitarias mundial están poniendo su atención en la preocupante rapidez de propagación de la nueva variante que se llamaría Nu. Fue detectada primero en Sudáfrica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó a una reunión de urgencia hoy con los expertos en el monitoreo de la evolución del virus para decidir en qué categoría clasificará a la nueva variante.
La emergencia de una nueva variante llega en un momento que desafía como nunca antes a la humanidad desde el momento en que fue declarada la emergencia mundial de salud pública en enero de 2020. Ya fueron afectadas más de 258 millones de personas en el mundo. Esta semana, la OMS informó que el número de casos y muertes semanales por COVID-19 creció durante más de un mes. Durante la semana del 15 al 21 de noviembre de 2021, se notificaron casi 3,6 millones de casos nuevos confirmados y más de 51 000 muertes, lo que refleja un aumento del 6% de casos y muertes en comparación con la semana anterior. Europa es hoy el epicentro de la pandemia, con un aumento del 11% en los nuevos casos semanales.
Mientras tanto la vacunación de la humanidad sigue siendo muy desigual. Si bien el 53,9% de las personas han recibido al menos una dosis de la inmunización, solo el 5,6% de la población de países de bajos y medianos recursos, como los de África, tuvo acceso al inoculante. En ese contexto, cuando hay aún personas que no están protegidas con los inoculantes, se da más chances al virus a seguir evolucionando y a que aparezcan más variantes preocupantes. Aquí van 6 claves para entender qué se sabe hoy sobre la nueva variante y qué falta responder.
1- Dónde se detectó la nueva variante
Científicos en Sudáfrica, donde solo el 24% de la población está completamente vacunada, detectaron a la nueva variante del coronavirus a partir de muestras que fueron tomadas entre el 14 y el 16 de noviembre. La variante recibe el nombre técnico B.1.1.529. Según informaron se detectó la variante en 22 casos de COVID-19 tras las colaboraciones de secuenciación genómica entre el Instituto Nacional de Enfermedades Transmisibles (NICD) y laboratorios privados. Además, tienen otros casos en estudio.
“No es sorprendente que se haya detectado una nueva variante en Sudáfrica”, comentó el profesor Adrian Puren, director ejecutivo del NICD. Agregó: “aunque los datos son limitados, nuestros expertos están trabajando horas extras con todos los sistemas de vigilancia establecidos para comprender la nueva variante y cuáles podrían ser sus posibles implicaciones. Los avances se producen a un ritmo rápido y el público tiene nuestra garantía de que le mantendremos al día”.
En mayo del año pasado, en Sudáfrica se había detectado otra variante que en diciembre fue clasificada como prioritaria. Se llama Beta y aún permanece en la lista de las variantes de preocupación de OMS. Además de Sudáfrica, ya se han identificado casos de COVID-19 con la nueva variante Nu en Hong Kong, Botsuana e Israel.
En Israel, la variante se detectó en una persona que había estado en Malawi, África. Se están analizando muestras de otras dos personas que también habían estado en ese país. Además, En Bélgica se confirmó hoy que una mujer que no estaba vacunada y había estado en Egipto adquirió la infección por la nueva variante Nu.
2- Por qué preocupa a expertos y autoridades sanitarias
La variante B.1.1.529 tiene una constelación muy inusual de mutaciones. Podrían ayudar a evadir la respuesta inmune del cuerpo y hacerla más transmisible. Cualquier variante que surja y llegue reducir la protección otorgada por las vacunas o que se propague más rápidamente, puede ser una amenaza para el fin de la pandemia para toda la humanidad.
Consultado por Infobae hoy el doctor Humberto Debat, investigador en virología del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTA) y miembro del Proyecto País, el consorcio de vigilancia genómica del coronavirus que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Argentina, comentó: “La nueva variante -que supuestamente sería llamada con la letra griega Nu por la OMS- sería más transmisible. No se sabe aún si genera más riesgo de hospitalizaciones y muertes. Con respecto a las vacunas, tampoco aún hay evidencia que la variante Nu reduzca su eficacia. Pero llaman la atención las mutaciones que la conforman y merece más estudios”.
La doctora Susan Hopkins, asesora médica jefe de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, dijo al diario The Guardian que el valor R, o número de reproducción efectiva, de la variante en la provincia sudafricana de Gauteng, Sudáfrica era ahora de 2. Se trata de un nivel de transmisión que no se había registrado desde el comienzo de la pandemia, antes de que se empezaran a imponer restricciones. Con un R superior a 1, la epidemia crece exponencialmente.
En tanto, la epidemióloga colombiana Zulma Cucunubá, del Imperial College del Reino Unido, dijo en Twitter que “lo que llama la atención es que la identificación de esta variante B 1.1.529 coincide con un aumento rápido de casos en varias provincias de Sudáfrica, principalmente en Gauteng”. Aclaró que “aún no sabemos qué implicaciones habrá en cuanto a transmisibilidad o potencial escape inmune. En todo caso, no hay razones por ahora para pensar que las vacunas no funcionarán frente a esta nueva variante”. La experta sugirió no discriminar a Sudáfrica por tener la presencia de la nueva variante en su población. Por el contrario, valoró su sistema de vigilancia genómica.