La semana pasada, luego de varias negociaciones, Elon Musk al fin adquirió la red social de Twitter y ha dado mucho de qué hablar, desde su llegada a las oficinas con un lavamanos intentando de compartir el mensaje de que se encargaría de limpiar el supuesto desorden, y aunque mucha gente cree que la adquisición por parte del millonario podría significar un progreso, otros lo ven realmente como una amenaza.
Con todo y los miles de usuarios que usan la Twitter, esta es quizá la que menos infracciones tiene ante opiniones o comentarios del público a menos que se considere realmente grabe. Esto sólo si lo comparamos con Facebook en donde las restricciones son cada vez más estrictas en cuanto a las palabras o imágenes que se usan con la intención de proteger a la comunidad – aunque en muchas ocasiones hay cosas que se censuran a pesar de no tener intenciones negativas detrás –.
El caso más reconocido en la red del pajarito azul sobre cuentas canceladas – porque sí sucede –, fue el de Donald Trump tras el asalto al Capitolio cuando este no ganó las elecciones más recientes para la presidencia de los Estados Unidos; fue entonces cuando se eliminó su cuenta debido a que sus discursos se consideraron de odio y peligrosos. De hecho, Trump fue uno de los primeros en celebrar la compra de Musk.
Aunque la mente detrás de Tesla ha prometido que su objetivo es ofrecer un espacio con libertad de expresión, muchas personas han considerado esto un verdadero peligro a nivel social. Desde el fin de semana hasta hoy, algunas celebridades han comenzado a despedirse de sus seguidores en Twitter invitándolos a seguirles en otras redes como una especie de protesta en contra de la adquisición de Elon, mientras otros pretenden alejarse por al menos un tiempo para mirar de qué manera evoluciona la situación.
Figuras como Shonda Rhimes , creadora de Grey’s Anatomy y Bridgerton , el ex luchador Mick Foley, Téa Leoni de Flirting with Disaster , Espanglish y Parque Jurásico III, y Alex Winter deBill & Ted, salvando el universo, han mostrado su preocupación por el discurso del ahora dueño de Twitter, sobre todo por su publicación en donde señaló que “la comedia ya es legal” en la plataforma.
Por supuesto, al notar la reacción ante su promesa de libertad de expresión, Elon quiso hacer una aclaración en donde señala que dichas libertades deben estar apegadas a la ley.
Por «libertad de expresión», me refiero simplemente a lo que se ajusta a la ley. Estoy en contra de la censura que va mucho más allá de la ley. Si la gente quiere menos libertad de expresión, le pedirá al gobierno que apruebe leyes a tal efecto. Por lo tanto, ir más allá de la ley es contrario a la voluntad del pueblo.
Otras figuras como Stephen King han expresado su molestia ante la iniciativa del empresario de comenzar a cobrar USD$20 a todo aquél que tenga su cuenta verificada, mientras otros creen que, si Elon ha podido ofrecer grandes avances como Tesla o Space X, es posible que haga algo grande con Twitter, como Mia Farrow. Cabe mencionar que una de las intenciones más evidentes de Elon Musk es hacer de Twitter una plataforma más rentable, en primer lugar, para poder saldar sus deudas, y en segundo, para poder monetizarla en mayor medida.