Un congresista local fue secuestrado en el estado mexicano de Tamaulipas, donde operan varios grupos delictivos, informaron autoridades estatales.
El diputado Vicente Verástegui Ostos del Partido Acción Nacional (PAN) fue privado de su libertad en las inmediaciones de los municipios de Xicoténcatl y El Mante, dijo en un comunicado el viernes la Fiscalía de este estado del norte del país, sin ofrecer detalles de cómo ocurrió el hecho. Las fuerzas de seguridad estatales activaron un operativo para tratar de localizarlo.
El secuestro del político ocurre pocos días después del brutal asesinato de Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, capital del estado sureño de Guerrero. Las autoridades decidieron enviar 250 elementos de la Guardia Nacional allí para reforzar la seguridad.
Los uniformados le darán “mayor certeza a nuestra población, mayor confianza de que podamos seguir transitando por todo nuestro municipio y nuestro estado”, dijo Gustavo Alarcón, nuevo alcalde de esa localidad, al informar el viernes de la llegada de los refuerzos. Fue juramentado la víspera.
Cientos de pobladores salieron el jueves a las calles del Chilpancingo para protestar por el homicidio de Arcos el 6 de octubre, tan sólo 6 días después de asumir el cargo. La cabeza del funcionario de 43 años fue hallada en el techo de un vehículo abandonado. La localidad, de cerca de 300.000 habitantes, enfrenta desde hace meses una ola de violencia debido a la lucha territorial que mantienen dos grupos del crimen organizado, Los Ardillos y Los Tlacos.
La muerte del alcalde opositor ocurrió luego de que tres días antes fuera abatido el secretario del ayuntamiento de Chilpancingo, y nueve días después del homicidio de un capitán del ejército que se perfilaba para ser secretario de Seguridad Pública de la alcaldía.
El caso de Arcos desató gran polémica y puso una vez más en tela de juicio las políticas de seguridad de las autoridades mexicanas.
En medio de la conmoción, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el martes su plan nacional de seguridad, que incluyó algunas de las políticas de su antecesor Andrés Manuel López Obrador, entre ellas el desarrollo de programas sociales y la participación de los militares en labores de seguridad pública.
El plan de Sheinbaum está sustentado en cuatro ejes: la atención de las causas de la violencia a través de programas sociales para evitar que los jóvenes sean captados por la delincuencia; la consolidación de la Guardia Nacional bajo el mando del ejército; la creación de un sistema nacional de inteligencia e investigación, y el trabajo coordinado entre el gobierno federal, los estados, los municipios y el Ministerio Público.
