Un informe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania conocido este viernes asegura que los invasores rusos han desplegado unos 2.000 soldados de la más reciente leva realizada por el Kremlin para reponer las crecientes pérdidas de personal sufridas en la región de Jersón, y además reforzar las unidades en la línea del frente. El ejército invasor se prepara para una ofensiva ucraniana en esa zona del país.
El documento señala que las autoridades de ocupación emitieron una orden para preparar la evacuación de las llamadas «instituciones bancarias» traídas por los rusos y se prepararon listas de traslado de los trabajadores médicos y de los profesores que habían sido llevados desde Rusia cuando se ocupó la zona. Además, las instalaciones humanitarias en Jersón han dejado de funcionar.
«El enemigo trata de mantener los territorios capturados temporalmente, centra sus esfuerzos en restringir las acciones de las Fuerzas de Defensa en ciertas direcciones», señala el mensaje. El Estado Mayor del ejército ucraniano indicó que los rusos intentan llevar a cabo acciones ofensivas en las líneas del frente en el este y sur de Ucrania, en poblaciones como Bakhmut y Avdiivka, sin mayores éxitos.
Bombardeo de puente
«El enemigo bombardea las posiciones ucranianas a lo largo de la línea de contacto y realiza reconocimientos aéreos», subraya la nota, que añade que «violando las normas del derecho internacional humanitario, las leyes y costumbres de la guerra, los invasores continúan atacando infraestructura crítica y las casas de la población civil». En esos ataques, añade el reporte, se usaron misiles de crucero, además de 20 drones «Shahed-136 de fabricación iraní”.
Los ocupantes rusos de Jersón, en tanto, aseguraron que los ataques de las fuerzas ucranianas provocaron la muerte de cuatro personas al ser atacado el puente Antonivskiy, que atraviesa el río Dnipro. El prorruso Kirill Stremousov, instalado por Moscú como autoridad local, aseguró en Telegram que las personas fallecieron mientras eran evacuadas, según el Kremlin, o deportadas, según Kiev.
«Jersón, como una fortaleza, se prepara para su defensa”, añadió. «Créanme cuando les digo que la ciudad será defendida hasta el último hombre”, aseguró.
Los Rusos no se ven descalzos ni acabados como informan los medios occidentales.