El ministro de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, renunció el viernes 9 de setiembre a su cargo debido a diferencias con el presidente, Pedro Castillo, por la soberanía del territorio en el mar peruano y tras insistir en el archivamiento del Acuerdo de Escazú, además del restablecimiento de las relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática.
En la cuenta de la Cancillería, se lee un mensaje del ministro: “Guiado por mis formas y convicciones, y luego de conversar con el SPR Pedro Castillo a su llegada a Lima, informo que he presentado mi renuncia irrevocable como Canciller”.
En la misiva, el ministro se dirige al jefe de Estado para presentar su “renuncia irrevocable al cargo de ministro de Estado”. Señala que como hombre de Estado, siempre forjado en sólidos principios ampliamente conocidos, pudo acompañar al Ejecutivo durante un mes y cuatro días en el cargo.
“En ese periodo, el objetivo trazado fue revitalizar la política exterior del Perú, corrigiendo errores y tratando de fortalecer el derrotero de la vida internacional de nuestro país, siempre desde la rigurosidad de lo académico y lo profesional y teniendo como guía a los grandes personajes y referentes de la diplomacia peruana y del derecho internacional”, asevera.
El diplomático finaliza agradeciendo “la oportunidad que me brindó de dirigir el bicentenario Ministerio de Relaciones Exteriores, de cuyas canteras administrativas provengo”. Y prosigue deseándole éxitos al presidente Castillo.
Cruce con el presidente
Desde su llegada a la Cancillería, Rodríguez Mackay, realizó algunos cambios que no fueron del agrado de algunos diplomáticos, especialmente de los embajadores Manuel Rodríguez Cuadros, quien era representante permanente del Perú ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y de Harold Forstyh, quien ejerció como representante permanente del Perú ante la Organización de los Estados Americanos (OEA). Ambos renunciaron al conocer la designación del polémico canciller de Castillo Terrones.
Pero la discordancia fue evidente cuando Miguel Rodriguez Mackay anunció, a nombre del Gobierno, que se le retiraba el reconocimiento de la República Árabe Saharaui, pero ayer Pedro Castillo reafirmara las relaciones con Saharaui y al señalar que el Perú reafirma en persistir “la defensa de su autodeterminación soberana”.
“A un año de establecer relaciones diplomáticas con la República Árabe Saharaui Democrática, nos reafirmamos en persistir la defensa de su autodeterminación soberana”, escribió el presidente ayer en Twitter.
Asimismo, recalcó: “Reafirmamos nuestra irrestricta soberanía nacional sobre las 200 millas marinas (mar de Grau) como lo prevé el artículo 54 de la Constitución Política del Perú”.
El canciller Miguel Rodríguez Mackay es opositor al Acuerdo de Escazú y estuvo a favor de su archivamiento en la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso, ya que consideraba que “sin su aprobación el país conservará impoluta la intangibilidad de la soberanía nacional”. Sin embargo, fue cuestionado por la Organización Nacional de Mujeres Indígenas, Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), quienes exigieron su salida inmediata cuando fue nombrado como jefe de Gabinete de Asesores del Ministerio de Desarrollo Agrario, ya que consideraban que Mackay no defendía los derechos de los líderes indígenas al mostrarse en contra del Acuerdo de Escazú.
Rodríguez Mackay valida la existencia del Foro de Sao Paulo, ya que lo considera como “parte de una maquinaria muy bien estructurada de la izquierda latinoamericana para intervenir en la política exterior de los países de Latinoamérica”. En tiempo de elecciones presidenciales dijo que dicha ideología del Foro de Sao Paulo era representada por Pedro Castillo y su partido Perú Libre.