En vísperas de cumplir sus simbólicos 100 días al frente del Poder Ejecutivo, Joe Biden hablará este miércoles por primera vez como presidente de Estados Unidos ante el Congreso en Washington D.C., en una ceremonia que mantiene una tradición muy importante en la política estadounidense pero que esta vez incorporará una imagen histórica.
Una novedad trascendental en este discurso presidencial en el Capitolio será que el mandatario estará escoltado por dos mujeres, la líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y por Kamala Harris, la primera mujer en acceder a la vicepresidencia del país norteamericano.
Pelosi y Harris estarán sentadas detrás y a cada lado de Biden durante su discurso ante una sesión conjunta del Congreso, dando lugar a un suceso que se producirá por primera vez desde la fundación del país hace 245 años.
“La representación es importante y ya es hora de que veamos a dos mujeres en el estrado representando los más altos cargos civiles del gobierno de Estados Unidos. Cuando las mujeres de todas las edades sintonicen el discurso este miércoles por la noche, se verán a sí mismas en Pelosi y Harris”, dijo la senadora demócrata Jeanne Shaheen al diario USA Today.
“Hemos recorrido un largo camino en poco tiempo, pero significará aún más cuando por fin tengamos una mujer presidenta dirigiéndose al Congreso”, añadió la senadora californiana demócrata Dianne Feinstein, también en diálogo con USA Today.
En su primer discurso ante el Congreso, Biden buscará plasmar su voluntad reformadora y se espera que anuncie el fin de los recortes fiscales a los más ricos, aprobados por su predecesor Donald Trump. El mandatario expondrá su proyecto para las “familias estadounidenses”, que según el gobierno es una “inversión histórica” en educación y en la infancia.
El pronunciamiento es muy anticipado, ya que se esperan anuncios sobre cómo su administración va a financiar sus ambiciosos proyectos. Entre las medidas se destaca un alza de los impuestos para el 0,3% más rico de la población.
“El presidente va a proponer una serie de medidas para asegurarse de que los más ricos paguen los impuestos que les corresponden, resguardando al mismo tiempo que nadie que gane menos de 400.000 dólares al año sufra un alza de impuestos”, indicó un miembro del gobierno que pidió no ser identificado.
Este discurso también va a marcar el inicio de un agrio debate en el Congreso, ya que si bien su plan de alivio para una economía muy lastrada por la pandemia por 1,9 billones de dólares logró ser aprobado, el debate sobre su gigantesco plan de infraestructura y su reforma educativa generan más divisiones.
En la solemne tribuna del hemiciclo, el presidente demócrata probablemente va a destacar el progreso “impresionante” que logró el país en la lucha contra el covid-19, según las palabras que usó él mismo el martes para describir la rápida campaña de vacunación.
“El presidente está trabajando en este discurso desde hace varias semanas”, destacó Jen Psaki, la portavoz de la Casa Blanca, que prometió que la alocución también abarcará el terreno diplomático.
La vocera también indicó que Biden va a hablar de su determinación de que Estados Unidos “recupere su lugar en el mundo” y que abordará las relaciones con China.
Los discursos presidenciales en el Capitolio están marcados por la pompa y la solemnidad, pero este año, la ceremonia que comienza a las 21:00 (hora del este de los Estados Unidos, las 01:00 GMT del jueves) se desarrolla bajo un ambiente particular, marcado por la pandemia.
En lugar de las 1.600 personas que suelen asistir al evento, el aforo fue limitado a 200. Y los legisladores fueron instados a proponer una lista de invitados, pero “virtual”.
El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, será el único representante del máximo tribunal; el jefe de la diplomacia, Antony Blinken, también logró un cupo, lo mismo que el secretario del Pentágono, Lloyd Austin, pero el resto del gobierno deberá mirar el discurso por televisión.
Con la pandemia no será necesario elegir al “superviviente designado” una tradición según la cual un miembro del gabinete permanecía oculto para que pueda haber una continuidad del gobierno si el edificio, en el que se encuentra prácticamente la totalidad de los tres poderes, sufre un ataque mortal.
Se espera que la atmósfera sea mucho más distendida que el último discurso de un presidente estadounidense ante el Congreso, el reporte sobre el Estado de la Unión que pronunció el republicano Trump en febrero de 2020. Antes del inicio de la ceremonia, Trump evitó sin disimulos estrecharle la mano a Pelosi y cuando éste terminó de hablar, la jefa de la bancada demócrata rompió vistosamente el papel que contenía el discurso.
Ellas no están ahí en esos puestos precisamente por su inteligencia… o trabajo digno y arduo…