Una sorprendente revelación ha sacudido al Vaticano: la aparición de dos cartas firmadas por el papa Francisco que indicarían un intento de excluir al cardenal Angelo Becciu, envuelto en un escándalo financiero, del cónclave que elegirá al próximo pontífice.
Estas misivas han generado un intenso debate sobre la legalidad y la moralidad de tal medida, así como sobre el futuro del cardenal Becciu dentro de la Iglesia Católica.
El cardenal Becciu, quien fuera sustituto de la Secretaría de Estado y prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, se encuentra actualmente en el centro de un juicio en el Vaticano por presuntos delitos financieros.
Las acusaciones en su contra incluyen malversación de fondos y abuso de poder. A pesar de negar rotundamente todas las acusaciones, el cardenal ha sido objeto de un intenso escrutinio público y ha visto su reputación severamente dañada.
Según las informaciones filtradas a la prensa, habría sido el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, quien ha mostrado las cartas mecanografiadas y firmadas por el Papa, las cuales contendrían instrucciones explícitas para impedir la participación del cardenal Becciu en el cónclave.