La Sociedad Americana de Directores de Fotografía dio a conocer que Owen Roizman, reconocido en el medio por su trabajo en películas como El Exorcista y Contacto en Francia – 98%, además de muchos otros títulos famosos del cine, falleció a la edad de 86 años este pasado viernes (vía Variety). Roizman provino de una familia que ya se dedicaba a trabajar con las cámaras, puesto que su padre, Sol Roizman, ejerció como camarógrafo, y su tío, Morrie Roizman, primero trabajó filmando comerciales y luego se cambió a asistente de cámara en proyectos cinematográficos. Además, estuvo detrás del documental corto Rembrandt: A Self Portrait que fue nominado al Óscar de 1954.
No se revelaron los detalles de su muerte, solo que esta fue anunciada por uno de los representantes de la sociedad que conforman los directores de fotografía. La carrera de Owen Roizman fue tan larga y significativa para el medio que recibió un Óscar honorífico en 2017 como reconocimiento a sus contribuciones y logros en la industria del cine. En el tiempo que se dedicó a este trabajo, también fue representante de la ASC (American Society of Cinematographers) en la Junta de Gobernadores. Desde 2002 hasta 2011, también sirvió a la rama de directores de fotografía de la Academia.
Nacido en Brooklyn, Nueva York, y con una carrera que se extendió desde 1970 hasta 1994, Roizman se convirtió en uno de los mejores cinematógrafos de la industria con el paso del tiempo, pero llamó la atención desde sus primeros trabajos. Debutó con el filme Stop, pero su segunda película, Contacto en Francia, lo puso en el mapa de la industria un año después. Gracias a este filme de William Friedkin obtuvo la primera de cinco nominaciones al Óscar.
Al poco tiempo volvió a colaborar con Friedkin, esta vez en la película El Exorcista, título que también le dio una nominación al Óscar a la Mejor dirección de fotografía. Otras películas con las que también recibió el mismo honor fueron Network (1976), Tootsie – 88% (1982) y Wyatt Earp (1994) de Lawrence Kasdan. Sus últimas tres películas fueron junto a este cineasta, siendo su despedida French Kiss, estrenada en 1995.
Además de las cinco nominaciones al Óscar gracias a películas que de por sí ya son muy conocidas por el público a pesar del tiempo que ha pasado, Owen Roizman también fue el director de fotografía que estuvo detrás del estilo de muchas otras películas conocidas como Los Locos Addams , el clásico de 1991 dirigido por Barry Sonnenfeld, así como también la película para televisión Liza with a Z de 1972, de Bob Fosse, el concierto de Liza Minnelli para la pantalla chica que le otorgó una nominación al Emmy.
Aunque su última película llegó en 1995, también se dedicó a trabajar en comerciales a través de su compañía, Roizman & Associates, donde realizó cientos de ellos dividiendo su tiempo entre la producción, dirección y filmación de diferentes proyectos. Hasta hoy sigue siendo un referente para las nuevas generaciones de cineastas y directores de fotografía porque su trabajo estaba adelantado a su tiempo.
La carrera de Roizman destacó mucho por la forma en que presentaba a la ciudad de Nueva York así como su innovador uso de la iluminación progresiva, la cual aumentaba conforme la historia se desarrolla en la pantalla. Actores como Andrew Garfield se han referido a él como una gran inspiración como cineasta y en su perfil en el sitio web de la Academia se pueden encontrar varios homenajes a cargo de directores y actores.
