La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), ha sido durante décadas el brazo principal de la asistencia exterior no militar de Estados Unidos, con el objetivo de promover el desarrollo y la estabilidad en países en vías de desarrollo. Sin embargo, recientes investigaciones han puesto en tela de juicio la asignación de sus fondos, revelando financiamientos controvertidos que han generado un intenso debate sobre el verdadero propósito y eficacia de la agencia.
A principios de febrero, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, inició una auditoría de los gastos federales, centrándose en USAID. Al intentar acceder a información detallada, se encontraron con irregularidades en la asignación de fondos. Tras una investigación profunda, descubrieron una serie de proyectos financiados con poco o nula relación con el desarrollo sostenible o la asistencia humanitaria.
En un comunicado de prensa se conoció que, Project Concern International (PCI), una organización global sin fines de lucro enfocada a brinda ayuda humanitaria a través de programas en Asia, África y las Américas, acordó pagar $537,500 para resolver un caso bajo la Ley de Reclamos Falsos de EEUU, luego que la organización fuera acusada de presentar reclamos falsos a USAID durante sus proyectos financiados por subvenciones.
Específicamente, PCI trasladó costos entre proyectos, utilizando fondos de USAID para proyectos privados no relacionados a la ayuda humanitaria para la que está creada.
Entre 2014 y 2016, PCI redirigió dinero de proyectos federales a iniciativas privadas sin autorización; cuando un proyecto se quedaba sin fondos, ordenaban a empleados facturar otros programas de USAID, aunque no tuvieran relación alguna. Luego, mintieron al gobierno de EEUU, asegurando que todo estaba en regla.
El esquema fue descubierto gracias a un denunciante interno, que provocó una investigación federal. Al final, PCI tuvo que devolver a USAID $215,000 en fondos mal utilizados más una multa de $322,500 por fraude contable.
PCI también aceptó pagar los honorarios del abogado incurridos por el denunciante.
La investigación en este asunto fue llevada a cabo por la Oficina del Inspector General de USAID (OIG) y el Fiscal Asistente de los EE.UU. Darrell Valdez, de la Oficina del Fiscal de los EE.UU. para el Distrito de Columbia.