El contexto en el que se ha desarrollado el nuevo brote de ébola en la República Democrática del Congo es propicio para la expansión del virus, así advirtió este martes 14 de agosto el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El pasado 24 de julio, solo una semana después de que se diera por terminado el brote de ébola en la provincia de Ecuador de ese inmenso país africano, las autoridades notificaron la aparición de otro nuevo. Esta vez el brote del mortífero virus surgió en Kivu del Norte, en el noreste del país, donde hay activos más de cien grupos armados y una región donde en lo que va de año se han registrado más de 120 incidentes violentos.
«Antes de viajar a la zona para verificar la situación sobre el terreno yo mismo estaba preocupado, pero después de ir lo estoy aún más», confesó Tedros en una rueda de prensa en Ginebra. Afirmó que «el contexto en el que se ha desarrollado el virus es propicio para que se expanda libremente».
El responsable de la agencia sanitaria de la ONU explicó que hay lugares, denominados «zonas rojas», donde no se puede entrar debido a los altos niveles de inseguridad, por lo que se desconoce el alcance de la expansión del virus, pero además las personas infectadas no pueden recibir tratamiento, lo que multiplica las posibilidades de contagio al resto de la población.
En este sentido, dijo que se cuenta con la ayuda de «instituciones que saben lidiar con estos grupos armados», sin citarlas, que les pedirán que cesen los combates para que las actividades de vigilancia, control y tratamiento puedan llevarse a cabo.
Además, Kivu del Norte es una zona altamente poblada, a diferencia de la provincia de Ecuador, y donde hay muchos movimientos de personas, al acoger a un millón de desplazados internos. Asimismo, un elevado número de trabajadores sanitarios se ha infectado, con siete casos confirmados.
¿Expansión internacional?
El director general de la OMS ha decidido que por ahora no convocará al grupo de expertos que debe acordar si este brote puede convertirse en una Emergencia Sanitaria de Alcance Internacional, como sí fue declarada la epidemia de ébola que asotó África occidental entre 2014 y 2015.
«Por ahora el riesgo de contagio internacional es bajo. Por eso, no he convocado al comité», justificó. No obstante, Uganda, Ruanda, Burundi y Sudán del Sur, todos países limítrofes, han establecido medidas de contingencia para evitar el contagio.
Precisamente, de Guinea Conakry provienen alguno de los expertos que participarán en el programa de «vacunación por aros» que se aplicará en Kivu del Norte. El proceso de inmunización seguirá la misma estrategia del último brote de ébola, basada en aplicar las vacunas al personal sanitario, a quienes han estado en contacto con casos confirmados y también a quienes hayan estado en contacto con estos últimos.
Tedros señaló que se estudian otras alternativas, como la posibilidad de inmunizar a la población total de un lugar específico, en caso de que no se pueda vacunar en aros.
El virus del Ébola se transmite a través del contacto directo con sangre y fluidos corporales contaminados y es más virulento cuanto más avanzado está el proceso.