Por lo menos ocho migrantes fueron encontrados muertos en el río Bravo, después de que decenas de ellos intentaron cruzar de México a Texas cerca de Eagle Pass, informaron las autoridades el viernes (02.09.2022).
Los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) y de México hicieron el hallazgo el jueves, mientras respondían al reporte de que un gran grupo de personas cruzaba el río.
Las fuertes lluvias de los últimos días provocaron corrientes particularmente rápidas. Los funcionarios estadounidenses recuperaron seis cadáveres, mientras que los equipos mexicanos recuperaron otros dos, según un comunicado de la CBP.
La entidad dijo que los equipos estadounidenses rescataron a 37 personas del río y detuvieron a 16 más, mientras que las autoridades mexicanas tomaron bajo custodia a 39 migrantes. Los funcionarios de ambos lados de la frontera continúan buscando a cualquier posible víctima, precisó la CBP.
La CBP no precisó de qué país o países eran los migrantes y no proporcionó ninguna información adicional sobre el rescate ni la búsqueda. Las agencias locales de Texas que estuvieron involucradas no respondieron por el momento a solicitudes de información.
El sector Del Rio de la Patrulla Fronteriza, que incluye a Eagle Pass, se está convirtiendo en el corredor más concurrido para los cruces ilegales: los agentes detuvieron a migrantes en el sector casi 50.000 veces en julio; en un distante segundo lugar se ubica Rio Grande Valley con aproximadamente 35.000.
La zona atrae a inmigrantes de docenas de países, muchos de ellos familias con niños pequeños. Cerca de 6 de cada 10 detenciones en el sector Del Rio fueron de migrantes provenientes de Venezuela, Cuba o Nicaragua.
El sector, que se extiende 395 kilómetros (245 millas) a lo largo del río Bravo, es muy peligroso porque las corrientes del río pueden ser engañosamente rápidas y cambiar de repente. Cruzarlo puede ser un reto incluso para los buenos nadadores.
En un comunicado de prensa el mes pasado, la CBP dijo que había descubierto los cuerpos de más de 200 migrantes en el sector desde octubre hasta julio.
Los estudios realizados por la Organización Internacional para las Migraciones y otras entidades apuntan a un aumento de las víctimas mortales y del número de intentos de cruce. En las últimas tres décadas, miles de personas han muerto intentando entrar en Estados Unidos por la frontera sur, a menudo por deshidratación o ahogamiento.
En junio, 53 migrantes fueron encontrados muertos o moribundos en un tractocamión en una carretera secundaria de San Antonio.