El brote de ébola que afecta a la República Democrática del Congo (RDC) desde el pasado agosto se ha cobrado ya 1.008 muertes entre casos confirmados y probables.
El director del programa de Emergencias Médicas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el doctor Michael Ryan, sigue pronosticando un escenario de «contagio intenso». Según el Ministerio de Salud congoleño, ahora hay un total de 1.510 casos (1.444 confirmados y 66 probables). Exactamente, 421 personas han sobrevivido a la enfermedad, de acuerdo con el último balance de las autoridades.
Ayer la OMS ha aprobó una nueva vacuna de la farmacéutica Johnson & Johnson que se añadirá a la ya empleada y desarrollada por Merck. Para el médico, la incorporación de esta nueva vacuna es «una herramienta más de la caja de herramientas» de la que disponen los trabajadores humanitarios en medio de una volátil situación de seguridad –casi 120 incidentes con grupos armados desde enero– y la desconfianza de la población.
Hasta 100.000 personas se han visto desplazadas durante el mes de abril como resultado de los ataques por parte de grupos armados en la provincia de Kivu Norte, en el este del país, uno de los epicentros del brote.
En los últimos dos meses, cinco centros de lucha contra el ébola han sido atacados y un alto cargo de la Organización Mundial de la Salud ha muerto a manos de milicianos.
El Ministerio de Sanidad había confirmado a finales de marzo nuevos casos de ébola en las localidades de Beni y Oicha, en las que las autoridades dieron por controlado el brote durante el mes de febrero.