El presidente francés, Emmanuel Macron, condenó este jueves la “violencia” contra “las instituciones”, que calificó de “injustificable”, tras una segunda noche de disturbios en numerosas ciudades de Francia por la muerte de un adolescente baleado por un policía.
“Las últimas horas han estado marcadas por escenas de violencia contra una comisaría, pero también contra escuelas, ayuntamientos y, por tanto, contra las instituciones y la República (…) Éstas son injustificables”, dijo Macron en el inicio de una reunión de la célula interministerial de crisis en el Palacio del Elíseo.
El presidente expresó su deseo de que “las próximas horas” sean de “contemplación” y “respeto”.
Entretanto, la primera ministra francesa Elisabeth Borne anuló un viaje previsto a La Roche-sur-Yon, en el oeste de Francia, debido “a las tensiones de los últimos días que concentran la atención del gobierno”, indicó su gabinete.
Además hizo un llamado a la calma y aseguró que “se hará justicia”, ya que la intervención policial “no se ajustaba a las normas de actuación”.
Tras estas declaraciones, el fundador de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, pidió justicia y criticó a las palabras del Gobierno: “Los perros guardianes nos ordenan llamar a la calma. Pedimos justicia, retirar la acción legal contra el pobre Nahel –el joven fallecido– y suspender al policía asesino y a su cómplice que le ordenó disparar”.
Detenidos
Al menos 150 personas resultaron detenidas en la segunda noche de disturbios en Francia por la muerte a manos de la Policía de un adolescente de 17 años en la ciudad de Nanterre, en las afueras de París.
“Una noche de violencia intolerable contra los símbolos de la República: ayuntamientos, escuelas y comisarías incendiados o atacados. 150 personas detenidas”, escribió en su cuenta de Twitter el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin.
La muerte del joven Naël por los disparos de un policía que alegó haber utilizado su arma en legítima defensa -una versión desmentida por las imágenes en video del suceso- ya había generado disturbios la noche anterior en la que hubo una treintena de detenidos, una cuarentena de vehículos incendiados y 24 policías heridos.
En su mensaje por Twitter, el ministro del Interior francés pidió “apoyo para los policías, gendarmes y bomberos que se enfrentaron valientemente al ataque” de los autores de los altercados, y se quejó de quienes están incentivándolos.
“Vergüenza para quienes no llamaron a la calma”, agregó.
El miércoles, tras la primera noche de incidentes violentos, concentrados sobre todo en Nanterre y otras ciudades del extrarradio de París, el presidente francés, Emmanuel Macron, y varios miembros de su gabinete hicieron llamados a la calma y expresaron su solidaridad con la familia del Naël, al subrayar que su muerte es “inexplicable e inexcusable”.
Naël, un joven afrodescendiente que el martes por la mañana conducía sin permiso un Mercedes deportivo amarillo de alquiler por las calles de Nanterre, fue detenido por una pareja de motoristas de la Policía, uno de los cuales, según se ve en un vídeo grabado por un testigo, le dispara a quemarropa por la ventanilla del conductor cuanto el joven arranca el vehículo para huir, aunque no amenazaba la integridad de ninguno de los dos agentes.
El policía sospechoso de dispararle a Nael fue arrestado y enfrenta posibles cargos de homicidio involuntario, según la fiscalía de Nanterre.
Varias personas han muerto o han resultado heridas a manos de la policía francesa en los últimos años, lo que ha generado pedidos de una mayor rendición de cuentas.