Las personas que tienen mayor índice de masa corporal por sobrepeso u obesidad y edad más avanzada tienen más probabilidades de propagar el SARS-CoV-2 debido a que exhalan más gotitas respiratorias.
El estudio sobre edad e índice de masa corporal y publicado en la versión electrónica de Proceedings of the National Academy of Sciences, fue encabezado por el doctor David A. Edwards, exprofesor de bioingeniería en la Harvard University, en Boston.
Según el especialista, los resultados plantean el interrogante sobre el motivo por el cual algunas personas exhalan muchas más gotitas respiratorias que otras. “Este trabajo muestra que existen pocos datos, como edad, índice de masa corporal y correlaciones muy fuertes con edad multiplicada por índice de masa corporal y las infecciones respiratorias en sí”, afirmó el profesional a Medscape.
La enfermedad COVID-19 se transmite por gotitas generadas en las superficies de la mucosidad de las vías respiratorias durante los procesos de respiración dentro de huéspedes infectados por el virus del síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2). Edward y sus colaboradores estudiaron la generación y exhalación de gotitas respiratorias en sujetos humanos y primates no humanos con y sin infección por COVID-19 para explorar si la infección por SARS-CoV-2 y otros cambios en el estado fisiológico se traducen en una evolución observable del número y tamaño de las gotitas respiratorias exhaladas en sujetos sanos y enfermos.
En el nuevo estudio Edwards y sus colaboradores midieron partículas respiratorias exhaladas en un total de 194 personas sanas en dos diferentes sitios de Estados Unidos y en ocho primates no humanos que experimentalmente se habían infectado con el SARS-CoV-2. Entre los seres humanos, quienes tienen parámetro de índice de masa corporal multiplicado por la edad (designado como índice de masa corporal-años) superior a 18% contribuyeron con 80% a los bioaerosoles exhalados.
La mitad del grupo (73 individuos) con índice de masa corporal-años más bajo (< 650 índice de masa corporal-años) exhaló significativamente menos aerosol que la mitad del grupo (73 individuos) con índice de masa corporal-años más alto (> 650 índice de masa corporal-años; p < 0,015), señalaron los investigadores.
El estudio es el primero en atribuir capacidades de “supercontagio” de COVID-19 a las características humanas individuales, en contraposición a los eventos que implican a grupos o conductas sin protección con mascarillas. “Hemos realizado otros estudios en los últimos 9 meses y siempre vemos esto. La firma de supercontagio de las enfermedades infecciosas transmitidas en el aire puede estar muy directamente relacionada con la variación fenotípica en las gotitas respiratorias exhaladas entre individuos”, afirmó Edwards.
Y agregó: “Estos hallazgos sugieren que la evaluación cuantitativa y el control del aerosol exhalado pueden ser fundamentales para frenar la propagación del COVID-19 en el aire en ausencia de una vacuna eficaz y ampliamente difundida. El supercontagio de las enfermedades infecciosas transmitidas en el aire puede estar muy directamente relacionada con la variación fenotípica en las gotitas respiratorias exhaladas entre individuos”.
Edwards es también fundador y director científico de Sensory Cloud, en Boston, que produce un producto diseñado para suprimir las gotitas respiratorias en las vías nasales. Consiste en un dispositivo de nebulización y un aerosol de solución salina enriquecido con calcio, que es inhalado y que dura hasta 6 horas. Afirmó que puede ayudar a reducir la propagación de COVID-19 y otras infecciones respiratorias, aunque otros expertos no están del todo convencidos.
Días atrás, otro informe científico dio cuenta que el riesgo de muerte por COVID-19 es 10 veces más alto en los países con mayor índice de sobrepeso, dado que este incide significativamente en el desarrollo de complicaciones por esta enfermedad, generando mayores posibilidades de internación en terapias intensivas así como la necesidad de requerir asistencia mecánica a través de respiradores. De hecho, el riesgo de muerte por coronavirus es cerca de 10 veces más alto en aquellos países en los que la mayoría de la población tiene sobrepeso.
Los datos surgen del reporte “COVID-19 y obesidad: el Atlas 2021. El costo de no abordar la crisis mundial de la obesidad”, publicado recientemente por La Federación Mundial de Obesidad (WOF, por sus siglas en inglés), una entidad anteriormente conocida como la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad y el Grupo de Trabajo Internacional sobre Obesidad.
La obesidad es una pandemia de tipo no infeccioso que, previo a las situaciones de cuarentena en el mundo desatadas por el COVID-19, ya era la causante de unas 2,8 millones de muertes anuales por enfermedades relacionadas, según la OMS. Se estima que en el mundo cerca de 2000 millones de personas tienen sobrepeso y unas 650 millones padecen obesidad. ¿Cómo se diferencian? Para el primer caso, el Índice de Masa Corporal (IMC) es de entre 25 y 30, y para el segundo es mayor a 30.