Naciones Unidas ha alertado de un aumento de los combates en el norte de Siria, que se han cobrado la vida de al menos siete civiles, incluidas cuatro mujeres y tres niños, entre el 12 y el 18 de octubre.
La portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, ha emitido un comunicado este viernes en el que muestra su preocupación por el «asesinato selectivo» en la zona oriental de Alepo de un activista y de su esposa embarazada.
En concreto, el hombre, activo en redes sociales, así como su esposa, fueron asesinados a tiros el pasado 7 de octubre en la ciudad de Al Bab después de haber organizado manifestaciones en contra de las acciones de los grupos armados pro-turcos en la zona.
Por ello, Naciones Unidas se teme un aumento de las hostilidades en otras áreas del norte de Siria, en las que participan el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), el más importante de los que operan en la provincia siria de Idlib (noroeste), así como otros grupos afiliados a Turquía.
Además, los recientes combates en Siria, en áreas dentro y alrededor de las ciudades de Al Bab, Afrin y Kafr Janna, así como en otras áreas en el norte de Alepo, también han herido a otras once personas, entre ellas dos menores.
«Es esencial que las partes en conflicto tengan cuidado constante de proteger a la población civil y los bienes de carácter civil en la conducción de las hostilidades y adopten todas las precauciones factibles para evitar y, en cualquier caso, reducir al mínimo las pérdidas incidentales de vidas civiles, las lesiones y las daños a bienes de carácter civil.
Finalmente, ha hecho un llamamiento a todas las partes que ejercen funciones de gobierno y control efectivo de las áreas en juego para asegurar que el derecho a la vida de las personas sea respetado y protegido, al tiempo que garanticen los derechos de las personas a la libertad de expresión, reunión pacífica y asociación.
