Tras un operativo en el que participaron 11 mil soldados y policías, respaldados por vehículos blindados, salieron a la luz los lujos y las comodidades con las que vivían los reclusos del Centro Penitenciario de Tocorón, ubicado en el estado Aragua, Venezuela. Piscinas, restaurantes, discoteca y hasta un pequeño zoológico con un jaguar y flamencos fue descubierto al interior de la cárcel que, hasta el pasado miércoles 20 de septiembre, funcionaba como una base de operaciones internacionales de la organización criminal Tren de Aragua.
Encabezado por la Policía Nacional Bolivariana, el desmantelamiento de la prisión tenía como objetivo la captura de Héctor Guerrero Flores, alias «Niño Guerrero» y Josué Santana, conocido como «El Santanita», líderes del grupo delictivo que está presente en ocho países latinoamericanos, entre ellos Colombia, Perú y Chile, quienes habrían escapado y salido de Venezuela una semana antes de la operación, planeada desde hace un año.
Tocorón, una prisión de lujo
Desde que el «Niño Guerrero» ingresó a Tocorón, en 2013, comenzó a crecer hasta afianzar su poder, pues fue condenado a 17 años de prisión por narcotráfico, homicidio, usurpación de identidad y ocultamiento de armas de guerra. Según lo reportado por medios locales, al interior del centro penitenciario, además de dirigir las operaciones criminales, Héctor Guerrero instauró fiestas temáticas con luces de neón, bebidas alcohólicas y drogas, a las que podían asistir las familias de los reclusos, quienes tenían acceso a internet, teléfonos celulares, televisión por cable y aire acondicionado.
Luego del megaoperativo, las autoridades descubrieron que en la cárcel de Tocorón los presos disponían de amenidades como una discoteca, una piscina, un patio de juegos para niños, un casino, restaurantes con terrazas, bares, cajeros automáticos, un estadio de béisbol y hasta un zoológico en el que habitaba un jaguar y flamencos. De acuerdo con The Washington Post, en el lugar también habitaban alrededor de 200 personas, entre ellas familiares de los reclusos, quienes aseguran que «la vida era más agradable y segura en la prisión que en la calle».
Una piscina y un parque infantil fueron descubiertas en la cárcel
«Steak House. Enjoy», se lee en las paredes de uno de los restaurantes y bares del hoy desalojado penal con lujosas áreas de recreación. El negocio está al lado de la piscina, una doble pileta circular cruzada por un pequeño puente, y en la misma explanada se ve un parque infantil con toboganes. En el lugar además de armas de distintos calibres, municiones y drogas, también fueron descubiertos túneles de concreto de entrada y salida, similares al de El Altiplano, en el Estado de México, por donde escapó el exlíder del Cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, en 2015.
El Tren de Aragua, que supuestamente contaba con unos 5 mil prisioneros, apareció en 2014 y operaba entre actividades mafiosas como secuestros, robos, prostitución y extorsión. Su líder prófugo, «El Niño» Guerrero, se benefició de complicidad e incluso negoció con el gobierno para salir del penal antes de la operación de seguridad, según el Observador Venezolano de Prisiones. “Esto es sólo un espectáculo para nosotros, sólo para decir que controlaron el edificio nuevamente”, señaló Humberto Prado, director de la organización no gubernamental.
