La Corte Suprema de Estados Unidos dio lugar este miércoles a la aplicación de las restricciones al asilo impulsadas por el gobierno de Donald Trump, lo que impide que la mayoría de los migrantes centroamericanos lo solicite en la frontera.
El máximo tribunal suspendió el bloqueo que había impuesto una corte de distrito a las restricciones, que obligan a los migrantes que quieren en pedir asilo en Estados Unidos a realizar la solicitud desde un tercer país a lo largo de su ruta hacia la nación norteamericana.
La magistrada Sonia Sotomayor, que votó en contra de las restricciones junto a su colega progresista Ruth Bader Ginsburg, escribió: «Una vez más, el Poder Ejecutivo ha emitido una regla que busca anular las prácticas de larga data con respecto a los refugiados que buscan cobijo de la persecución» en sus respectivos países.
Además, deploró enérgicamente que esta decisión se haya tomado sin consulta previa sobre el tema a la sociedad, mientras que «el desafío para los solicitantes de asilo es mayor» ahora.
Trump recurrió a su cuenta de Twitter para aclamar la medida: «¡GRAN VICTORIA en la Corte Suprema de los Estados Unidos sobre asilo en la frontera!»
Los jueces conservadores tienen una mayoría en el máximo tribunal tras la designación de dos nuevos magistrados nombrados por el multimillonario republicano.
El fallo «ayuda grandemente a construir sobre el progreso logrado atajando la crisis en nuestra frontera sur y en última instancia hará que nuestras comunidades sean más seguras», dijo el secretarios de prensa adjunto de la Casa Blanca, Hogan Gidley, en un comunicado.
Miles de familias
La política de restricciones se encuentra entre una serie de medidas tomadas por Trump en sus intentos por detener el flujo de migrantes centroamericanos que intentan cruzar a Estados Unidos desde México y piden asilo en la frontera.
El Pentágono anunció el martes que mantendrá hasta 5.500 soldados desplegados a lo largo de la frontera sur durante el próximo año para ayudar a combatir la inmigración ilegal.
También anunció que liberará 3.600 millones de dólares para la construcción de un muro anti-migrantes en la frontera, algo que Trump prometió durante su campaña y dijo que México pagaría.
El desvío y reutilización de dinero del Pentágono para construir el muro fue justificado bajo una controvertida declaración de emergencia efectuada por Trump luego que el Congreso le negara repetidamente la autorización de un fondo especial para concretar el proyecto.
Lee Gelernt, un abogado de la poderosa Union Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés), declaró en un comunicado que la batalla legal por las restricciones al asilo estaba lejos de terminar.
«Esto es solo un paso temporal y esperamos prevalecer al final» y agregó que «las vidas de miles de familias están en juego».
Desde finales de 2018, Estados Unidos ha enfrentado una gran afluencia de inmigrantes ilegales en su frontera con México, lo que ha afectado las relaciones entre Washington y su vecino del sur.
Donald Trump amenazó en junio con imponer aranceles a los productos importados desde México si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no frenaba la llegada de migrantes provenientes principalmente de Guatemala, Salvador y Honduras.
Bajo presión, México desplegó más de 25.000 soldados en la frontera con Guatemala, por donde llega la mayoría de los migrantes, y a lo largo del límite de 3.200 km que lo separa de Estados Unidos.
Gran paja que le dieron a la gente que iban a entrar todos corriendo. Ahi están todos durmiendo en los puentes, ganando una miseria. Los mexicanos no los quieren tampoco.