La Corte Suprema de Estados Unidos ha levantado este viernes una orden de un tribunal inferior que le bloqueó a Donald Trump la posibilidad de expandir el muro fronterizo. El fallo le permitirá al presidente gastar unos 2.500 millones de dólares de los fondos del Pentágono para construir el muro en California, Arizona y Nuevo México.
A finales de mayo el magistrado Haywood Gilliam, de Oakland (California), dictaminó que la propuesta de la Administración de la Casa Blanca de usar recursos del Pentágono destinados al soporte de la lucha contra los estupefacientes para la construcción del muro fronterizo era ilícita y congeló el uso de fondos militares con estos fines.
En junio, emitió una orden judicial permanente en un tribunal federal de California, impidiendo el desvío de fondos. El juez razonó que el Congreso no autorizó específicamente el uso de los fondos del Departamento de Defensa para el proyecto del muro al que se opusieron los demócratas y el Gobierno mexicano.
Trump ha celebrado la decisión judicial a su favor y la ha calificado como una «gran victoria» para la seguridad en la frontera y «el Estado de derecho». Con los 2.500 millones de dólares su Administración busca elevar más de 160 kilómetros de la valla en tres estados.
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Según uno de los proyectos, 789 millones se destinarían a la renovación de 75 kilómetros del muro en Nuevo México. Otro proyecto busca reemplazar unos 100 kilómetros del muro en Arizona por 646 millones de dólares, y también existen dos proyectos de menor escala para elevar la barrera en Arizona y California.
En febrero, al no conseguir los 5.700 millones de dólares que había solicitado al Congreso para construir el muro, Trump declaró una emergencia nacional para desviar fondos del Departamento de Defensa hacia ese objetivo.
En abril, el Departamento de Defensa transfirió casi 1.000 millones de dólares a los fondos para el muro, mientras que en mayo autorizó una nueva partida de 1.500 millones de dólares para financiar su construcción.
Además de los demócratas, defensores de los derechos humanos e indígenas, a la construcción de la valla se oponen también activistas que afirman que el muro será disruptivo para el medioambiente, podría empeorar los problemas de inundaciones y tener un impacto negativo en la vida silvestre, que al igual que la osa Claverina, que hizo uso de la libre circulación en la Unión Europea y se mudó de Francia a España causando un revuelo entre los agricultores españoles, no conoce de fronteras nacionales.