El juez federal Brian Cogan rechazó este miércoles en Nueva York la repetición del juicio a Joaquín ‘Chapo’ Guzmán, condenado por diez delitos de narcotráfico el pasado febrero y quien había solicitado un nuevo proceso después de que se publicara una información sobre supuestas irregularidades del jurado.
El Chapo fue encontrado culpable por unanimidad de los crímenes de narcotráfico y conspiración para cometer asesinatos. El 17 de julio conocerá su sentencia, que podría obligarle a pasar el resto de su vida (tiene 62 años) en una cárcel de máxima seguridad en Colorado.
La web informativa VICE News reportó en febrero que al menos cinco miembros del jurado siguieron información relativa al juicio a través de Internet, pese a tenerlo prohibido por el juez. Así se lo contó de forma anónima en una entrevista uno de ellos, que aportó además detalles sobre las deliberaciones.
Los letrados solicitaron así en primer lugar una audiencia en la que examinar las pruebas existentes para “determinar la extensión del mal comportamiento” que se achaca a los jurados. En caso de confirmar las “asombrosas revelaciones”, pedirían invalidar el veredicto contra Guzmán.
“Los reportes de mala conducta del jurado no son por supuesto nada nuevo en juicios de perfil alto”, aseguraron los abogados, pero “un factor que diferencia éstos es la confesión sincera de un jurado de que el panel de miembros buscó de forma activa y discutió abiertamente la información más extrínsecamente sensacionalista (incluyendo las malvadas alegaciones de que el acusado violó a niñas), desafiando abiertamente las órdenes perpetuas de la corte y mintiendo abiertamente a su señoría cuando se les preguntó al respecto”.
El penal en el que podría acabar sus días cuando sea sentenciado, ubicado en Florence, a 90 millas de Denver, es conocido como “el Alcatraz de las Rocosas”. Abrió en 1994 y alberga a 400 reos en unidades de control que funcionan como prisiones dentro de la prisión.
Los presos pasan 23 de las 24 horas del día en celdas de confinamiento, solos y aislados por completo de cualquier persona y del mundo exterior. Así no sólo evita que hasta expertos en fugas como El Chapo puedan escapar, sino que también se previene que puedan amenazar a nadie en el exterior.
Entre los presos confinados en esa prisión de Colorado están Ramzi Yousef, responsable del atentado de 1993 contra el World Trade Center de New York; el terrorista del maratón de Boston, Dzhokhar Tsarnaev; Ted Kaczynski, apodado Unabomber; o el terrorista del zapato, Richard Reid, intentó hacer estallar en un avión una bomba que escondía en su calzado.