Jonathan Majors sigue involucrado en el escándalo de su vida y las cosas podrían ser catastróficas para su carrera. A través de The Hollywood Reporter se informan nuevos detalles sobre el juicio que tiene al actor en el centro de la noticia, todo por la denuncia de abuso doméstico impuesta por su exnovia a principios de año. La nueva información revela pormenores sobre los presuntos abusos a los que Majors sometió a su antigua pareja.
Jonathan destacó en años recientes por su versatilidad y habilidad para interpretar una amplia gama de personajes. Comenzó su carrera actoral en el teatro antes de dar el salto a la pantalla. Su gran reconocimiento llegó con su papel protagonista en la aclamada serie de HBO, Lovecraft Country – 100%, donde interpretó a Atticus Freeman, un veterano de la Guerra de Corea que se embarca en un viaje lleno de horror y misterio en la América segregada de los años 50.
Además de su éxito en televisión, Jonathan Majors participó en la película The Last Black Man in San Francisco – 100%, que recibió elogios de la crítica, y también se unió al universo cinematográfico de Marvel en Ant-Man and the Wasp: Quantumania – 60%. Su habilidad para sumergirse en personajes complejos y su presencia magnética en pantalla han consolidado su posición como una de las promesas más emocionantes en la industria del entretenimiento.
Grace Jabbari, quien inició una relación en 2021 con Majors, lo acusó de violencia doméstica en enero y desde entonces todo ha ido en picada para el actor, quien ahora mismo enfrenta cuatro cargos de agresión menor y acoso agravado; lo anterior se debe a un supuesto ataque a manos de Jonathan contra Jabbari, resultando en lesiones que la llevaron al hospital. Hasta el momento, la abogada del actor continúa afirmando su inocencia.
Recientemente, en el juicio, salió a la luz el incidente del 25 marzo, después de la medianoche (Majors fue arrestado al día siguiente). De acuerdo con el medio “Majors y Jabbari estaban en un automóvil privado a casa y ella observó un mensaje de texto en el teléfono de Majors que decía: ‘Ojalá estuviera besándote ahora mismo’.” En el juicio se relató el incidente inmediato:
Dijo que agarró el teléfono para ver el mensaje de Majors, quien luego le quitó el dedo del teléfono, la agarró del brazo y la mano derecha, le torció el antebrazo y luego le golpeó la oreja derecha para quitarle el teléfono. Ella testificó que Majors ordenó que el auto se detuviera y cuando intentó salir del auto, Majors la levantó y la arrojó adentro.
También se mostró un video del altercado. Aquí la descripción
Los fiscales mostraron un video de este momento, así como videos de vigilancia posteriores de Majors corriendo por la calle, con Jabbari persiguiéndolo, lo que, según ella, era para obtener respuestas sobre a quién le estaba enviando mensajes de texto. Con frecuencia le preguntaban si sentía dolor. Si bien dijo que había sentido dolor físico, agregó que se encontraba en un estado emocional elevado y, como bailarina, es capaz de soportar un alto nivel de dolor. Majors observó desde la mesa con sus abogados mientras ella señalaba sus posiciones relativas en el automóvil en las fotografías y detallaba su versión de los hechos.
Cambio de paradigmas
La actitud de Hollywood hacia los abusadores ha experimentado un cambio significativo en los últimos años debido a varios factores interrelacionados. En primer lugar, el surgimiento del movimiento #MeToo en 2017 impulsó a las víctimas de abuso sexual a compartir sus experiencias, lo que reveló una cultura de silencio y complicidad en la industria del entretenimiento. Este movimiento generó una mayor conciencia y presión para que Hollywood abordara el problema de manera más transparente y justa.
Además, la sociedad en general ha experimentado un cambio en la percepción de los abusadores y una mayor conciencia sobre la importancia de la responsabilidad y la rendición de cuentas. La era de la información y las redes sociales ha facilitado la difusión de información sobre comportamientos inapropiados y ha permitido que las voces de las víctimas sean escuchadas de manera más amplia y rápida.
Hollywood, en respuesta a estas dinámicas culturales y sociales, ha adoptado una postura más firme contra los abusadores. Los estudios, productores y ejecutivos de la industria han tomado medidas para distanciarse de aquellos acusados de conducta inapropiada, despidiéndolos de proyectos y revocando contratos. Esta nueva actitud refleja un cambio hacia la creación de un entorno más seguro y ético en la industria del entretenimiento, con un énfasis en la rendición de cuentas y la protección de las víctimas.