El fiscal general de Venezuela prometió este viernes investigar una denuncia sobre la muerte de cinco campesinos en un pueblo fronterizo con Colombia, presuntamente «ajusticiados» por una fuerza especial de la Policía, presentándolos como «guerrilleros».
Raiza Remolina denunció que sus familiares fueron detenidos y asesinados por el grupo élite de la policía FAES en La Victoria (estado Apure, oeste), donde el gobierno ha reportado enfrentamientos militares con supuestos grupos irregulares.
«A mis familiares se los llevaron» y «aparecieron tirados en el campo con lo que usan los grupos irregulares», señaló Remolina en un video difundido en redes sociales, del cual se hicieron eco organizaciones de derechos humanos como Provea.
«Fueron asesinados vilmente el día de ayer 25 de marzo», indicó. «Era gente inocente que no tenía nada que ver con grupos irregulares, (era) gente que se dedicaba al trabajo de campo», aseguró.
Los cadáveres de cuatro personas –aparentemente los familiares de Remolina– aparecen en un escampado, algunos junto a una granada, y otros a un arma corta, según fotos a las que accedió la agencia francesa AFP. Llevan pantalón y botas de campaña.
El fiscal general Tarek Saab designó a dos fiscales para investigar los sucesos ocurridos en La Victoria y prometió sancionar a los responsables de posibles «hechos punibles cometidos por funcionarios de seguridad del Estado».
Mientras, la ONG venezolana Fundaredes alertó este mismo viernes que se han producido varios ataques contra la población civil en el estado de Apure, fronterizo con Colombia.
«Alertamos (de un) ataque a la población civil, quienes huyen hacia Colombia en busca de refugio», escribió en su cuenta de Twitter el director de Fundaredes, Javier Tarazona.
El activista acompañó su denuncia de varios videos en los que se puede ver a ciudadanos cruzando el río Arauca, que marca la frontera entre los dos países, y llegando al municipio colombiano de Arauquita.
En uno de ellos se escuchan fuertes tiroteos, por lo que los ciudadanos corren para ponerse a salvo de las balas mientras uno dice: «¡Qué pecado con los civiles que estaban ahí!».
El denominado ajusticiamiento «es una práctica muy común de las FAES», explicó Marino Alvarado, de Provea. La Fuerza de Acciones Especiales es una temida división de la Policía Nacional, blanco de múltiples denuncias de ejecuciones extrajudiciales y otras violaciones a los derechos humanos.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha pedido al gobierno de Venezuela la disolución de ese cuerpo armado.
Todo esto es parte de la misma estrategia de ataque contra Venezuela. Ya la derecha venezolana está llamando a los cascos azules de la ONU para antender la emergencia. Qué paja !!