La economía global sufre la onda expansiva de la invasión rusa a Ucrania, que hace subir los precios de los alimentos y la energía en América Latina y el Caribe, lo cual aumenta la inflación, advirtió el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un blog.
«Los precios de los alimentos y la energía son la principal vía de efectos colaterales, que serán sustanciales en algunos casos», afirman los economistas del FMI, que advierten que los aumentos más pronunciados «pueden generar un mayor riesgo de disturbios en algunas regiones», señaló el informe.
«Es probable que los altos precios de las materias primas aceleren considerablemente la inflación» en la región, que ya registra en promedio una tasa anual del 8% en cinco de las principales economías: Brasil, México, Chile, Colombia y Perú.
En tanto Argentina, según datos de este martes, registra una inflación anualizada de más de 52%, se indicó.
Rusia y Ucrania son grandes productores de materias primas, y las interrupciones al comercio de estos productos y el temor a una escasez de granos por ejemplo, han provocado que los precios mundiales se disparen, especialmente en el caso de energéticos como petróleo y gas natural.
El coste de algunos alimentos también ha subido al dispararse el precio del trigo. Ucrania y Rusia representan el 30% de las exportaciones mundiales de este cereal, aunque los efectos de las subidas son dispares en cada país.
El aumento de los precios del petróleo perjudica a los importadores de América Central y el Caribe, mientras que los exportadores de crudo, cobre, mineral de hierro, maíz, trigo y metales pueden cobrar más y mitigar así el impacto del conflicto en el crecimiento, estiman los economistas del FMI.
Las condiciones financieras siguen siendo relativamente favorables, pero pueden empeorar si el conflicto bélico se intensifica, derivando en una política monetaria interna más estricta que pesaría sobre el crecimiento económico, afirman los expertos.