La sociedad hondureña está bajo conmoción por la muerte de la estudiante de enfermería Keyla Martínez Rodríguez, quien falleció bajo custodia policial el pasado fin de semana.
Las protestas de familiares y amigos de Keyla obligaron a las autoridades a investigar el caso que había sido catalogado inicialmente como un «suicidio». Sin embargo, las denuncias, marchas y protestas en el país obligaron a la Fiscalía a indagar un presunto homicidio a manos de los oficiales.
La detención
La noche del sábado 6 de febrero, la joven de 26 años fue detenida por la Policía en el municipio de La Esperanza, en el departamento de Intibucá, al occidente del país centroamericano.
En su versión de los hechos, la Policía Nacional informó en un comunicado que Martínez Rodríguez fue detenida por hacer «escándalo en la vía pública en estado de ebriedad» y por «incumplimiento» del toque de queda, por lo que fue trasladada a la estación policial conocida como «Unidad Departamental Número 10», en La Esperanza.
La institución informó que durante una ronda de supervisión de las celdas, los agentes descubrieron que Keyla estaba «intentado quitarse la vida mediante asfixia por suspensión», por lo que fue trasladada «de inmediato» al Hospital Enrique Aguilar Cerrato, en donde presuntamente falleció.
Protesta por el caso
La versión oficial fue desacreditada por los familiares y amigos de Keyla, quienes se manifestaron en la estación policial de La Esperanza el lunes 8 de febrero, para exigir justicia y el esclarecimiento del caso, que apuntaba a un homicidio a manos de los oficiales.
No obstante, la convocatoria cívica fue reprimida por elementos de la Policía Nacional, que lanzaron gases lacrimógenos a los manifestantes que protestaban en la estación.
En tanto, la Oficina en Honduras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos instó a las autoridades a investigar la muerte de Keyla Martínez «con prontitud y de manera exhaustiva, independiente, imparcial y transparente».
«Toda muerte en custodia debe ser investigada como potencialmente ilícita y deberán analizarse posibles signos de tortura lesiones y/o violencia sexual», apuntó el organismo.
Asimismo, decenas de mujeres publicaron en sus redes sociales mensajes sobre la trágica muerte de la joven estudiante, con la etiqueta #JusticiaParaKeyla.
«La noche de ayer salí tras haber acabado clases de enfermería, la policía nacional de La Esperanza, me detuvo por el toque de queda y me trasladaron a la celda en donde amanecí muerta. Lo cuento yo porque Keyla Martínez no pudo», tuiteó una usuaria.
La presión en las calles y en las redes sociales, así como la exigencia de esclarecimiento del caso por parte de organismos internacionales, obligó a Medicina Forense a realizar una autopsia.
Nueva versión
Los resultados preliminares establecieron que la causa de muerte de Keyla fue «asfixia mecánica» y que las pruebas revelaron «fuertes indicios que pudo tratarse de un homicidio», según un comunicado de prensa del Ministerio Público, publicado este martes.
Además, la Fiscalía solicitó que los agentes policiales que estaban asignados en la Unidad Departamental Número 10, «sean puestos a la orden de los fiscales que investigan la muerte» de Martínez Rodríguez.
Por su parte, la directora de las Américas de Amnistía Internacional, Erika Guevara-Rosas, demandó una investigación ante lo que catalogó como una «ejecución extrajudicial».
En este contexto, la coordinadora residente de Naciones Unidas en Honduras, Alice Shackelford, hizo un llamado de alerta urgente al país centroamericano ante la violencia de género, después de que se registraron cuatro muertes violentas de mujeres en menos de 48 horas.