El huracán Dorian tiene mucha agua tibia y tiempo por delante, y se espera que use ambos para convertirse en un ciclón importante con una buena probabilidad de golpear la costa atlántica de Florida para el Día del Trabajo.
Dorian, que había barrido las Islas Vírgenes Británicas y de Estados Unidos y azotado a Puerto Rico con lluvia el miércoles, se movía hacia el noroeste en el Atlántico el jueves por la mañana con vientos sostenidos de hasta por 136,7 kilómetros por hora.
Para el viernes, debería fortalecerse hasta convertirse en una poderosa tormenta de categoría 4, golpear el norte de Bahamas el domingo y probablemente estrellarse en alguna parte de las costas de Florida o Georgia el lunes con vientos sostenidos alrededor de 209 kilómetros por hora.
Debido a que faltan cuatro días, el rango de posibles puntos de llegada es enorme, desde los Cayos de Florida hasta el sureste de Georgia.
“Tiene mucho tiempo en agua muy tibia (para fortalecerse)”, dijo el meteorólogo de CNN Chad Myers. “No hay muchos obstáculos, no hay mucho aire seco y tiene mucho tiempo para ganar fuerza”.
Las áreas afectadas en Estados Unidos sentirán vientos de fuerza de tormenta tropical (al menos 62,7 kilómetros por hora) el domingo. Y el centro podría detenerse antes de toparse con la tierra, azotando potencialmente a las ciudades con “centímetros y centímetros de (lluvia) por hora”, dijo Myers.
“La gente debe estar lista antes del domingo”, dijo el jueves Ken Graham, director del centro nacional de huracanes.
El gobernador de Florida Ron DeSantis declaró el miércoles estado de emergencia en 26 condados e instó a todos los residentes en la costa a prepararse para la tormenta.
“Es importante que los floridanos en la costa este vigilen de cerca esta tormenta”, dijo DeSantis. “Cada residente de Florida debe tener suministros para siete días, incluidos alimentos, agua y medicamentos, y debe tener un plan en caso de desastre”.
Islas Vírgenes, las más golpeadas
Dorian ha despejado el Mar Caribe, pero no antes de azotar a las Islas Vírgenes Británicas y estadounidenses, primero como una tormenta tropical y luego como un huracán de categoría 1, el miércoles.
Las autoridades locales declararon un estado de emergencia cuando los árboles y las líneas eléctricas se cayeron en las islas.
Y aunque la tormenta fue fuerte, la respuesta fue rápida. Los procesos de restauración comenzaron alrededor de las 4 p.m. hora local en los distritos de St. Thomas y St. John, y alrededor de 25.000 cortes de energía en St. Croix se restablecieron alrededor de las 7 p. m. hora local del miércoles, dijo a CNN el director de Comunicaciones de la Autoridad de Agua y Energía de las Islas Vírgenes, Jean Greaux.
“Dentro de una hora de su aprobación, la Autoridad de Agua y Energía de las Islas Vírgenes movilizó a las cuadrillas para llevar a cabo una evaluación de daños. Inmediatamente comenzamos la restauración del servicio. Las cuadrillas ahora están dispersas para abordar cortes aislados”, dijo Greaux.
Las advertencias de huracanes se han descontinuado para la isla, y este miércoles los vientos cayeron a menos de 25 mph (40 kilómetros por hora) y la lluvia se dispersó a medida que la tormenta se aleja, dijo el meteorólogo de CNN Rob Shackelford.
Puerto Rico evitó el daño previsto
Puerto Rico, aún recuperándose del huracán María en 2017, esperaba que la tormenta exacerbara el daño existente a la infraestructura.
La gobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez Garced, declaró el lunes estado de emergencia para la isla e instó a la gente a prepararse para la tormenta. Las escuelas en todo Puerto Rico cerraron el miércoles.
“Afortunadamente, me he estado preparando desde mayo”, dijo Krystle Rivera, cuya familia ha estado almacenando agua, comida enlatada y gas en previsión de la temporada de huracanes.
Un hombre murió después de caerse del techo de su casa mientras limpiaba un desagüe en preparación para la tormenta, dijo el secretario de Seguridad Pública de Puerto Rico, Elmer Roman.