Aviones de extinción de incendios y equipos de tierra de varios países europeos se dirigen a Grecia, donde los incendios forestales se han intensificado debido a la implacable ola de calor que mantiene gran parte del sur de Europa por encima de los 40 grados Celsius. Tres equipos de bomberos de Polonia, Rumania y Eslovaquia llegarán a Grecia el jueves, mientras que Israel ha enviado dos aviones de extinción, que se suman a los cuatro aviones de Italia y Francia que ya están operando en las afueras de Atenas.
El miércoles se ordenaron nuevas evacuaciones debido a los incendios forestales cerca de la capital griega. Una segunda ola de calor azota el país mediterráneo desde el oeste, tras días de temperaturas récord que han asolado el sur de Europa.
En una batalla sin cuartel para preservar bosques, instalaciones industriales y casas de vacaciones, las evacuaciones continuaron por tercer día a lo largo de una autopista que conecta Atenas con la ciudad meridional de Corinto.
Se espera que las temperaturas en el sur de Grecia alcancen los 44 ºC a finales de semana, en la segunda ola de calor que azota el sur del Mediterráneo europeo en dos semanas. Alessandro Miani, que dirige la Sociedad Italiana de Médicos Ambientales, advirtió que el envejecimiento de la población en Italia y otros países del sur de Europa es motivo de preocupación durante las olas de calor, señalando que las muertes debidas a las altas temperaturas afectan más comúnmente a personas mayores de 80 años. “El calor excesivo unido a la humedad puede dificultar la evaporación del sudor, interfiriendo en la capacidad del cuerpo para regular su propia temperatura”, dijo Miani. El calor en Roma sólo remitió ligeramente tras los sofocantes 42-43 C del martes, mientras que las máximas en Sicilia y Cerdeña alcanzaron los 46 C. En algunas zonas de España se alcanzaron los 45ºC el miércoles. Amador Cortés, residente en la ciudad meridional española de Jaén, dijo que la gente hacía todo lo posible por evitar el sol durante las horas del mediodía y las primeras horas de la tarde.
“La verdad es que se refugian en casa con el aire acondicionado, con el ventilador. En la calle, las personas mayores sufren mucho. De todas formas, tenemos que aguantarnos”, afirmó. En la ciudad de Adana, en el sur de Turquía, un grupo de residentes repartió postres en la calle, y muchos rindieron homenaje al fallecido ingeniero estadounidense Willis Carrier, inventor del aire acondicionado en 1902.
“Los habitantes de Adana necesitan aire acondicionado. Que Dios lo bendiga por hacer semejante invento”, declaró Mehmet Saygin, vecino de la ciudad, a la agencia de noticias turca DHA.
La última ola de calor renovó la preocupación por el impacto del calor extremo del verano boreal. La Organización Meteorológica Mundial, un organismo de las Naciones Unidas, dijo que las cifras mundiales preliminares mostraban que el mes de junio había sido el más caluroso jamás registrado.
“El tiempo extremo, un fenómeno cada vez más frecuente en nuestro clima en calentamiento, está teniendo un gran impacto en la salud humana, los ecosistemas, las economías, la agricultura, la energía y el suministro de agua”, indicó el miércoles el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.
“Esto subraya la creciente urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero tan rápida y profundamente como sea posible”.
Los países ribereños del Mediterráneo no fueron los únicos en sufrir. Las autoridades de Macedonia del Norte prorrogaron la alerta por calor, ya que se prevé que las temperaturas superen los 43ºC, mientras que Kosovo también emitió avisos por calor. Las fuertes tormentas que siguieron a una serie de días de calor extremo provocaron el caos en Eslovenia, Croacia y Bosnia a última hora del martes, derribando árboles, arrancando tejados de edificios y causando cortes de electricidad.
Los servicios de emergencia de los tres países informaron de cientos de intervenciones cuando la tormenta arrasó la región. También supuso un ansiado alivio del calor. Los bomberos fueron enviados a Grecia como parte de un mecanismo de protección civil de la Unión Europea que incluye el despliegue previsto de equipos internacionales en partes del sur de Europa durante el verano boreal.