El expresidente de Bolivia Evo Morales recibió este domingo el alta médica de la clínica privada donde permanecía internado desde hace dos semanas tras contagiarse de COVID-19.
«Me siento bien, pero con un poco de tos», declaró el exgobernante en conferencia de prensa, tras hacer un llamado a la población a cumplir las medidas de prevención para evitar contagios.
El exmandatario permaneció en una clínica privada en la ciudad de Cochabamba (centro) al cuidado de «una junta médica del exterior» que no fue identificada, aunque algunos medios aseguraron que era asistido por galenos cubanos.
Uno de los médicos que lo acompañaba dijo estar satisfecho por su evolución, al no presentar «serias complicaciones ni daños pulmonares» aunque le recomendó un par de semanas de reposo para un completo restablecimiento.
Un virus «fregadito»
Antes de dejar la clínica, Morales hizo una declaración a los medios junto a dos de los médicos que le atendieron y calificó de «fregadito» al virus y consideró que fue importante cumplir con las indicaciones médicas para superar la enfermedad.
«Una junta medica nos permitió salir de este problema. Casi estoy convencido (de que) cuando uno se propone, se puede salvar la vida», sostuvo.
Para los comunista lo PRIVADO y para los pobres lo PUBLICO!