Ante el alto número diario de infectados por coronavirus en Estados Unidos, debido a la circulación de las nuevas variantes, las autoridades de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estudian recomendar a las personas el uso de tapaboca en interiores pese a estar completamente vacunadas, solo para las ciudades o regiones con altas tasas de transmisión de COVID-19.
Los funcionarios federales de salud todavía creen que las personas completamente vacunadas representan una cantidad muy pequeña de transmisión, según las fuentes. Aún así, algunas podrían tener niveles más altos del virus de lo que se entendía anteriormente y potencialmente transmitir el virus a otros, dijeron.
El doctor Anthony Fauci confirmó que los CDC están considerando revisar sus pautas para recomendar que las personas completamente vacunadas comiencen a usar máscaras nuevamente en público. Muchas ciudades han comenzado a exigir que incluso las personas completamente vacunadas usen máscaras en público. Hay excepciones para quienes comen o beben mientras están sentados en un restaurante o bar.
Los funcionarios de salud continúan enfatizando que la mejor respuesta al creciente número de casos es vacunar a más estadounidenses. Fauci no dijo cuándo podría provenir alguna nueva orientación de los CDC sobre máscaras, solo que está bajo consideración permanente.
Cambio de dirección
En mayo pasado, los CDC retiraron la directiva de uso de barbijo para las personas vacunadas en Estados Unidos, pero ciudades como Los Ángeles y Filadelfia restablecieron el mandato. La transmisión comunitaria y los niveles de riesgo personal son dos factores para tener en cuenta, según los expertos
Las vacunas contra el COVID demostraron ser efectivas contra las versiones más duras de la enfermedad que conllevan hospitalización y muerte. Pero expertos afirman que no es igual para todos y que la gente debe considerar factores como la transmisión comunitaria, los niveles de riesgo personal y su propia tolerancia al riesgo para decidir qué les conviene.
Hoy Estados Unidos vive dos realidades respecto al COVID. Por un lado, el alarmante aumento de los casos provocado por la variante Delta, la más contagiosa surgida hasta la fecha, en zonas de baja inoculación, que ha enlentecido considerablemente su paso. Y por el otro, el 80% de las personas mayores completamente inmunizadas, el promedio de muertes diarias se mantiene en 200, mucho menos que las 3.500 durante la peor ola de contagios en el pasado invierno boreal.
Más del 97% de los hospitalizados no están vacunados, dijo la semana pasada la directora de los CDC, Rochelle Walensky. En tanto, el 99,5% de las muertes se produjeron entre no vacunados, indicó el fin de semana pasado Vivek Murthy, alta autoridad médica del gobierno.
Walensky defendió las recomendaciones de mayo respecto del barbijo y subrayó que los CDC siempre dijeron que las comunidades y las personas deben considerar las condiciones locales. “Si uno se encuentra en una zona con una alta tasa de casos y baja tasa de vacunación (…) ciertamente debería usar mascarilla si no está vacunado”, dijo. Y si tiene la “protección excepcional de las vacunas” igual “puede tomar la decisión personal de agregar capas de protección si lo desea”.
Mascarillas en transporte público
La semana pasada, un funcionario de alto rango de Estados Unidos que firmó una orden amplia sobre el uso de mascarillas en casi todas las formas de transporte público sostuvo que eran una herramienta clave para prevenir la transmisión del COVID-19, incluso ante los llamados de algunos legisladores para poner fin a la norma.
Marty Cetron, director de la División de Migración Global y Cuarentena de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), dijo a Reuters el jueves que la “posición actual” de la agencia es que la orden no debe levantarse. “Las mascarillas son realmente poderosas y debemos asegurarnos de que sean parte de nuestro arsenal”, declaró en una entrevista. “No solo usamos mascarillas para protegernos a nosotros mismos, sino porque es la forma en que cuidamos y expresamos nuestra preocupación por los demás”.
Las reglas vigentes desde enero requieren que todos los viajeros usen mascarillas en aviones, barcos, trenes, metros, autobuses, taxis y viajes compartidos y en centros de transporte como aeropuertos, terminales de autobuses o transbordadores, estaciones de tren y metro y puertos. “La verdad es que quienes no se han vacunado son extremadamente vulnerables”, dijo Cetron, especialmente en un centro de transporte cerrado “donde la ventilación puede no estar optimizada”.
Un grupo de legisladores republicanos presentó esta semana una legislación para prohibir las órdenes de usar mascarillas en el transporte público, argumentando que ya no tienen sentido debido al creciente número de estadounidenses que se vacunan. El representante republicano Andy Biggs dijo que las reglas sobre mascarillas en el transporte público “solo las mantienen aquellos que disfrutan de controlar nuestra vida cotidiana”.