Emma Coronel Aispuro, esposa del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán, se declaró culpable de delitos de narcotráfico en una Corte Federal de Washington.
La modelo de 31 años, quien había sido detenida el pasado 22 de febrero en el Aeropuerto Internacional de Dulles, en el estado de Virginia, reconoció que era cómplice de su esposo, el jefe narco que actualmente cumple condena a cadena perpetúa en el Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence (Colorado).
Al declarar ante el juez federal Rudolph Contreras, Coronel Aispuro confirmó las versiones periodísticas que circularon durante los últimos días y que anticiparon que, contrario a la inocencia que había pregonado desde su detención, asumiría finalmente el rol que desempeñaba en el Cártel de Sinaloa.
Gracias a esta confesión, que fue resultado de una negociación con los fiscales, la esposa del ‘Chapo’ no irá a juicio y podría ser beneficiada con una condena de menos de 10 años de prisión, aunque la última palabra la tendrá el juez, quien este jueves no quiso adelantar la sentencia que dará a conocer el próximo 15 de septiembre.
Coronel Aispuro estaba imputada por los cargos de conspiración para la distribución e importación de cocaína, heroína, mariguana y metanfetamina; lavado de dinero y manejo de propiedades del ‘Chapo’.
Quién es
La acusada estuvo rodeada del negocio narco desde que nació el 2 de julio de 1989 en California, en EE.UU., a donde sus padres Inés Coronel y Blanca Aispuro habían emigrado. Gracias a eso, tiene la doble nacionalidad estadounidense y mexicana.
Siendo todavía una niña, la familia volvió a Durango, uno de los estados que, junto con Chihuahua y Sinaloa, forma el Triángulo Dorado, un territorio del norte mexicano famoso por la producción y tráfico de drogas.
La mujer siempre negó que su familia estuviera involucrada en el narcotráfico, pero en 2013 su padre y su hermano Omar Inés fueron detenidos en la frontera de México y Estados Unidos con un cargamento de marihuana y armas. Los condenaron a 10 años de prisión y los identificaron como miembros del Cártel de Sinaloa.
Su vínculo principal, sin embargo, comenzó a escribirse a fines de 2006, cuando conoció al ‘Chapo’. Ella tenía 17 años y el capo 49. La diferencia de edad no impidió un romance que estuvo marcado por el invaluable apoyo que Guzmán Loera le brindó para que ganara el concurso de reina del Festival del Café y la Guayaba en Durango.
Al año siguiente, en cuanto la adolescente cumplió 18 años, se casaron. Para entonces, ‘El Chapo’ ya era una leyenda, el jefe narco más importante de México, el que manejaba un imperio trasnacional del crimen que operaba en los cinco continentes, el mismo que ya se había fugado de una cárcel de máximo seguridad, el hombre más buscado por el FBI y la Interpol después de Osama Bin Laden. El que vivía escapando. El que tenía por lo menos 15 hijos con diferentes mujeres.
En 2011, Coronel Aispuro quedó embarazada y decidió parir en EE.UU. para que las mellizas Emali Guadalupe y María Joaquina tuvieran la nacionalidad estadounidense, como ella. Era una estrategia para protegerlas.
Hasta entonces, su nombre apenas si aparecía en las crónicas que se publicaban sobre el devenir criminal del ‘Chapo’ y del Cártel de Sinaloa. Pero comenzó a sonar con más insistencia el 22 de febrero de 2014, cuando el capo fue capturado en un hotel en un hotel de la ciudad de Mazatlán, en Sinaloa. Estaba con su esposa y sus dos hijas.
Luego vino la nueva fuga del ‘Chapo’ en julio de 2015; la tercera captura en enero de 2016, la extradición a EE. UU. un año más tarde y el juicio que inició en noviembre de 2018 y concluyó en febrero de 2019.
A partir de ese juicio, Coronel Aispuro elevó su perfil público, algo inusual en las esposas de los jefes narco que suelen mantenerse en las sombras, al cuidado de los hijos.
En las múltiples entrevistas que ofreció, la modelo afirmó que no sabía nada de los negocios de su esposo, pero en una de las audiencias se mostraron mensajes en los que la pareja hablaba de enfrentamientos con la policía, envíos de droga y operativos para escapar.
Las autoridades estadounidenses siguieron investigando y finalmente lograron detenerla hace cuatro meses. Y hoy, por fin confesó su culpabilidad.
Y mientras los medios se han dedicado a resaltar la imagen de esta tipeja a pesar de su trayectoria y su relación con el narco asesino que tiene de rodillas a México, asco de medios de comunicación que tenemos hoy día