Un nuevo frente de conflicto con el el gobierno de Jair Bolsonaro se abrió este jueves cuando el vicepresidente de Brasil, al defender una política de ajuste fiscal, calificó a la Argentina de “mendigo eterno”. “Si el país quiebra vamos a quedar igual a nuestro vecino del sur”, alertó Hamilton Mourão.
Las diferencias políticas e ideológicas quedaron a la vista desde que Alberto Fernández asumió como Jefe de Estado. “Nos preparamos para lo peor”, manifestó en ese entonces Bolsonaro. El mandatario brasilero había apoyado públicamente a Mauricio Macri en la campaña presidencial del 2019. Ya con el Frente de Todos en el poder, cuestionó la gestión de la pandemia y sus medidas económicas, afirmando que Argentina “está pésimamente mal” por “votar partidos comunistas”.
Cuando el Congreso Nacional aprobó la legalización del aborto, profundizó sus críticas, y aseguró que por ello nuestro país “tiene lo que se merece”. Además, el cobijo de Fernández a Evo Morales, pero por sobre todas las cosas el respaldo a Lula Da Silva y al PT, tensaron aún más la relación bilateral entre Argentina y Brasil. Luego las posiciones se acercaron y Bolsonaro llegó a respaldar a la Argentina en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, en esta ocasión, la mecha la encendió el vicepresidente de Bolsonaro, Hamilton Mourão, quien asistió a la asunción de Alberto Fernández en 2019 en representación de Brasil. Participó este jueves de un evento virtual con inversores y empresarios, en el cual defendió respetar los principios de responsabilidad fiscal para evitar la “quiebra” del país.
“No podemos escapar de las reglas de responsabilidad fiscal, si no el país quiebra y, si el país quiebra, vamos a estar igual que nuestro vecino del sur, igual que Argentina, eterno mendigo”, declaró el general retirado de 67 años.
El evento fue organizado por XP, una de las principales financieras de ese país. Ante el público empresario que asistió de forma virtual, advirtió que la deuda pública brasileña se triplicó en los últimos 12 años, alcanzando cerca del 90% del PBI. Además agregó que este es el séptimo año consecutivo de déficit fiscal.
El embajador Daniel Scioli y la Cancillería avanzaron para acercar posiciones tras los duros cruces. En un encuentro virtual que se llevó a cabo a fines de noviembre pasado, comenzó el descongelamiento del vínculo entre los gobiernos, sumado a la visita oficial a la Casa Rosada y a la residencia de Olivos en enero de este año del almirante Flavio Viana Rocha, secretario de Asuntos Estratégicos y mano derecha del presidente brasileño. Este movimiento se observó como un gesto de distensión y de acercamiento, y hasta hubo regalo de una camiseta de fútbol de Palmeiras, el club del que es fanático el mandatario brasileño
A principios de marzo, Bolsonaro respaldó las negociaciones de Argentina con el Fondo Monetario Internacional, en lo que fue uno de los gestos de mayor cooperación con Alberto Fernández. En un video que difundió Scioli se lo escucha al mandatario de Brasil anunciar: “El 26 de marzo voy a estar en Buenos Aires, en nuestra querida Argentina. Vamos a estar celebrando los 30 años de la creación del Mercosur. El COVID-19 causó dificultades económicas en todo el mundo. Nuestro deseo es que Argentina tenga éxito en sus negociaciones con el FMI”.
“La situación financiera de Argentina es bastante complicada. El éxito económico de los países de América del Sur y de Argentina es interesante para toda América del Sur, incluido Brasil. Será la primera vez que vamos a conversar con el presidente de Argentina. Lógicamente, tendremos una conversación reservada y públicamente vamos a tratar las cuestiones económicas de nuestros países”, resaltó el brasileño.
La grave situación epidemiológica que atraviesa la región frustró el arribo de Bolsonaro a nuestro país el pasado 26 de marzo. La cumbre entre los integrantes del Mercosur, en el marco de los 30 años de la creación del bloque regional, se debió realizar de manera virtual por lo que lo que iba a ser la primera reunión entre Fernández y su par brasilero se postergó para otra oportunidad.