El papa Francisco reabrirá una comisión para estudiar la posibilidad de permitir que las mujeres sirvan como diaconisas en la Iglesia católica. La decisión se conoció este sábado durante la clausura del sínodo de la Amazonía, que durante tres semanas también debatió la posibilidad de que se conviertan en sacerdotes ciertos hombres casados de esa región, informa la Oficina de Prensa del Vaticano.
El sumo pontífice ha hablado sobre la posibilidad de que la comisión sobre el diaconado femenino sea integrada por «nuevos miembros» y aseguró que el papel de la mujer en las decisiones de la Iglesia debe ir «más allá de lo funcional», pero todavía no se ha «caído en cuenta».
El grupo de trabajo original fue creado por Francisco en 2016 pero nunca llegó a un consenso.
Respecto al celibato sacerdotal —el punto más polémico del encuentro— el documento final propone «establecer criterios y disposiciones» para ordenar sacerdotes hombres respetados y aceptados por sus comunidades, pudiendo tener «familia legítimamente constituida y estable», en las zonas más remotas de la Amazonía.