Anfield volvió a empujar al Liverpool en el apasionante pulso que sostiene con el Manchester City en pugna por la Premier League y llevó al borde del abismo al eterno rival Everton, que cae a la zona de descenso tras verse superado en la tabla por el Burnley antes de poner muy cara la derrota en el derbi (2-0).
El Liverpool volvió a ponerse a un punto del City a falta de cinco partidos para el final del campeonato gracias a los goles de Andy Robertson y Divock Origi, mientras el Everton pasa a ser antepenúltimo quedando a dos puntos de la permanencia.
Fue un derbi de máxima intensidad y tensión entre eternos rivales con mucho en juego. El Liverpool controló abrumadoramente el balón con casi por momentos un 90% de posesión ante un Everton que puso el autobús en su área y concedió muy pocas ocasiones hasta mediada la segunda parte.
Sin rotaciones antes del Villarreal
Pese a que el miércoles recibe al Villarreal en las semifinales (ida) de la Champions League, Jürgen Klopp no dio descanso a sus cracks ante la trascendencia del partido. Esta vez, sin embargo, Mohamed Salah y Sadio Mané encontraron muchas dificultades ante el dispositivo táctico y bien organizado que planteó Frank Lampard.
Un disparo por encima del larguero de Mané por encima de larguero en el minuto 23 fue el primer remate de un Liverpool que cada vez encerró más al Everton más por empuje que por fútbol. La tensión era tremenda y tuvo su reflejo en constantes piques entre los jugadores destacando la trifulca generalizada originada por una doble entrada de Cheikh Doucouré, que vio tarjeta amarilla, a Fabinho.
Gordon, incordio para los ‘reds’
El paso por vestuarios serenó los ánimos pero no frenó el acoso del Liverpool, aunque Anthony Gordon, que en la primera parte ya había dado algunos destellos, se convirtió en un incordio por sus galopadas por la banda izquierda. El mediapunta inglés, de 21 años, fue el único recurso ofensivo del Everton pero sus llegadas crearon pánico en el área local: cruzó en exceso, cayó en el área ante Joel Matip y Trent Alexander-Arnold vio amarilla tras derribarle cuando se escapaba.
Pero a la hora de juego Klopp activó la teclas de Luis Díaz y Divock Origi, que entraron por Naby Keïta y Mané, y encontró el ‘click’ que necesitaba el Liverpool para traducir su acoso en gol.
Doble cambio con efecto inmediato
Apenas dos minutos del doble cambio, Salah puso un balón al que no llegó Diogo Jota, pero Andy Robertson, desmarcado, cabeceó picado a la red. Salah, máximo realizador de la Premier, ya es también el máximo asistente con 13.
El Liverpool no se conformó y tuvo ‘groggy’ al Everton cuando Jordan Pickford sacó un cabezazo de Matip y, tras el rechace, Salah chutó alto por poco (66′).
Los ‘toffees’ resistieron, Gordon siguió poniéndose el equipo a la espalda y propició un trallazo de Demarai Gray que rozó la escuadra (72′). Lampard se la jugó dando entrada a Dele Alli por Allan en busca de un 1-1 que no llegó pese a intentarlo.
Origi, otra vez verdugo del Everton
Finalmente Origi, como ya hizo en algún que otro derbi en Anfield, sentenció al Everton. Luis Díaz intentó una espectacular chilena que le salió mal pero se convirtió en una asistencia para que el belga cabeceara a la red (85′).
El Liverpool, que suma 14 jorndas seguidas sin perder, sigue lanzado hacia el cuatriplete. Próxima estación, Villarreal.