A las 9:20 de la mañana de hoy, sobre la calle Crisólogo Larralde del partido de Morón, caminaban María Isabel Santos y Sebastián Marroquín, viuda e hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, acompañados por su abogado Ezequiel Klainer. Se dirigían a los tribunales federales, donde fueron indagados por el juez federal Néstor Barral y el fiscal Sebastián Basso por dos presuntos hechos de lavado de dinero ocurridos entre 2011 y 2012.
El primero de los hechos involucra al supuesto narcotraficante John Bayron Piedrahita Ceballos: se los acusa de haber cobrado una comisión al abogado Mateo Corvo Dolcetpor presentarlo con el colombiano para que invirtiera dinero en el país. Corvo Dolcet fue liberado con una tobillera electrónica luego de haber sido detenido en el penal de Marcos Paz bajo esta misma causa. Para la justicia argentina, Piedrahita Ceballos -afamado ganadero según su propio discurso- recaló en el país para lavar su dinero con un presunto interés de desarrollo inmobiliario en Pilar.
Según la imputación en su contra, los acusados habrían cobrado el 4,5% del total del volumen de la operación al proporcionar el encuentro entre Dolcet y Piedrahita. Aunque el abogado y empresario argentino afirmó que conoció al colombiano a principios de 2008 en el Hotel Madero de Puerto Madero en una mesa de inversores, desmintió la operación en su primera indagatoria. Luego de un allanamiento que reveló lo contrario, admitió que conoció a la ex mujer de Escobar en 1995 y que lo presentó con José Piedrahita, «quien dijo que era uno de los ganadores más importantes de Colombia».
La segunda acusación radica sobre la compra de un departamento en una torre de lujo en Vicente López, una operación inmobiliaria de poco más de 30 mil dólares, realizada en 2011 y 2012 en un complejo denominado Horizons localizado sobre la avenida Libertador.
Entre la documentación presentada, ambos aseguraron desconocer que Piedrahita es un presunto narco y explicaron que lo conocían como un importante ganadero. También explicaron la compra del departamento en Vicente López.
María Isabel Santos Caballero desembarcó en el país en 1995 junto con sus hijos. Adoptaron nuevas identidades: ella se hacía llamar antes Victoria Henao y su hijo Sebastián Marroquín había nacido como Juan Pablo Escobar. Ambos se hospedaron en una residencia en el barrio porteño de Palermo y vivieron una vida libre de referencias con el jefe del Cartel de Medellín. Ella se dedicó al negocio inmobiliario con una sociedad anónima que integró junto a su hijo llamada Nexo Oportunidades Urbanas, constituida en septiembre de 2007.
No es la primera vez que la viuda de Escobar visita Tribunales. En 2005 el Tribunal Oral Federal N°6 la sobreseyó por falta de pruebas por una acusación de asociación ilícita que también alcanzó a Sebastián Marroquín, implicado en el caso. En este nuevo expediente intervinieron la UIF, la PROCUNAR y la PROCELAC.