El escritor cumple este domingo 75 años y es quizá uno de los pocos autores de Occidente de quienes se sabe más de su vida que de su obra. O, en realidad, se conoce el título de uno de sus libros –Los versos satánicos– y algo de la increíble, aunque lamentablemente verdadera historia, que desencadenó esta novela: persecución yamenaza de muertepara su autor, ataque yasesinatode algunos de sus traductores y editores, marchas de fanáticos religiosos para abolir el libro, violencia y más de 40 muertos.
La vida de Salman Rushdie es como sus novelas: las pesadillas se entraman con copiosas fiestas, el amor de mujeres hermosas y cuatro divorcios en serie se mezclan con los agentes de Scotland Yard cubriéndole las espaldas mientras la reina Isabel le otorga el título de «sir» por su contribució a las letras. Sus relatos cruzan mitos, dioses ¡y diosas! en calles atiborradas de personajes marginales y disruptivos en un tono de realismo mágico exacerbado y con aires deLas mil y una noches que agitan la respiración del lector, porque todo se mezcla a una velocidad de videoclip imparable. Pero, ¿de dónde viene y hacia dónde vaSir Salman Rushdie? Uno de los grandes de este pasaje de siglo en siglo que da cuenta de la loca historia de la humanidad.
Rushdie nació en Bombay el 19 de junio de 1947. Hoy vive en Londres, y ya no está clandestino, ni perseguido, ni amenazado. Aunque hay quienes dicen que la fatwa (la persecución que lanzó el ayatolah Jomeini en 1988) sigue vigente.
Mientras tanto, Rushdie sigue escribiendo. Hace 45 años que lo viene haciendo. Su primera novela fue publicada en 1975, se tituló Grimus y no contó con el entusiasmo de la crítica ni de los lectores. Los ‘70 fueron años oscuros para Rushdie: trabajaba de publicista, pero tenía escaso dinero, quería escribir pero no sabía muy bien por dónde atrapar el hilo de la inspiración aunque no dejaba de anotar escenas, e ideas en cuadernos dispersos. Materiales que pudo hilvanar en algún momento para producir una segunda novela que fue éxito inmediato. Hijos de la medianoche (1980) ganó el premio Booker, el galardón literario más importante del Reino Unido, y años más tarde, en 1993, el Booker of Booker, es decir, el premio a la mejor de las mejores novelas de esos primeros 25 años de existencia del premio.
Rushdie publicó más de diez novelas, una autobiografía, varios ensayos, cuentos y relatos para chicos. En todos los casos, la recomendación es válida: abróchense los cinturones porque su narrativa es vertiginosa, barroca y exuberante, de humor certero y con escenas que van de lo absurdo a la sensualidad en aventuras, sueños, mundos fantásticos, tradiciones también y revisión histórica, sin duda. Definitivamente, leer a Rushdie es una gran experiencia.
Los Versos Satánicos
Entregado a la lectura de Los versos satánicos (1988), el lector experimentará durante varios capítulos la caída libre del protagonista, Gibreel Farishta, y su compañero, Saladin Chamcha, desde un avión que acaba de explotar y fragmentarse en el cielo inglés, sobre el Canal de la Mancha, precisamente.
Gibreel Farishta es actor de cine de la India, y durante su caída la novela narra ciertos vericuetos de su vida: una infancia pobre, la orfandad temprana, su llegada al mundo del cine, el encuentro sexual con más de una dama, y otras delicias descriptas con ironía, a todo ritmo, gran profusión de imágenes. Si este comienzo es atrapante por su originalidad y por esta posibilidad, muy a lo Matrix, de detener el tiempo de caída –e intercalar en el vértigo sueños, infancia, sexo – mucho más se acelera el relato cuando empiezan a sucederse episodios políticos reconocibles por fuera del espacio de la ficción, es decir, en la realidad. Y más aún, en materia religiosa, que es finalmente lo que irritó a los fanáticos del islamismo y derivó en la persecución por la que Rushdie se hizo famoso en todo el mundo.
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El problema surgió desde el título de la novela, Los versos satánicos, hasta determinados guiños precisos. Por un lado, el nombre del protagonista, Gibreel Farishta, en urdú, significa Ángel Gabriel;esto lo convierte en el ángel que, en la tradición islámica, sirvió de intermediario entre Alá y Mahoma en los dictados que más tarde compondrían el libro sagrado musulmán: el Corán.
Dice la tradición que hay unos versos que Gabriel entregó a Mahoma en los que se incluía a tres deidades femeninas que luego fueron quitados, negados por el arcángel, por constituir versos blasfemos. Se dice que estos versos (que sembraban el politeísmo y la existencia de mujeres en el Corán) habían sido dictados por el diablo y la liturgia los etiquetó como versos satánicos.
En Los versos satánicos aparecen ciertas marcas que los religiosos condenaron: por ejemplo, el uso del nombre Ayesha (que fue la esposa más joven de Mahoma) para referirse a una prostituta, llamar bastardo a Abraham, la historia de Salman Farsi (que fue compañero de Mahoma y que aparece ridiculizado en la novela de Rushdie) entre otras alusiones directas.
Sin embargo, estas alusiones pueden leerse desde su inmanencia y en resonancia con otras historias políticas y otros ambientes, es decir, sin la necesidad de conocer el Corán o la situación política de Irán o de Medio Oriente. Esto convierte a Los versos satánicos en un clásico siempre vigente.
Algo más de su biografía
♦ Nació el 19 de junio de 1947 en Bombay.
♦ En su hogar se hablaba inglés y urdú.
♦ A los 13 años, la familia envía al jovencísimo Salman a estudiar a un internado londinense. Su carrera siguió en la Universidad de Cambridge, donde obtuvo la maestría en Historia, como especialista en temas islámicos.
♦ Fue publicista y tuvo –hasta ahora – cuatro matrimonios y cuatro divorcios.
♦ Es miembro de PEN Center de Estados Unidos.