El FC Barcelona perdió este domingo al Celta de Vigo en el Camp Nou en la unificada jornada 37 de La Liga, en la que los blaugranas se despidieron de la lucha por el título. Por su caída, y debido a las victorias del Atlético de Madrid y del Real Madrid, el cuadro de Ronald Koeman quedó sin posibilidades de levantar el trofeo.
El conjunto azulgrana salió decidido a romper la igualdad en el Camp Nou ante un elenco visitante que no pudo acomodarse en los primeros compases del partido. Apretando en las salidas y dominando en el mediocampo, el conjunto local llegó al arco de Iván Villar en varias ocasiones con Antonine Griezmann, Lionel Messi y Ousmane Dembélé.
Pero el marcador se abrió recién a los 27 minutos. La Pulga recibió un centro de Sergio Busquets y superó a los defensas en velocidad para cabecear al palo más lejano del arquero español y gritar el merecido 1 a 0. Con su tanto, el argentino alcanzó los 30 en La Liga y se consolida como el líder en la tabla de goleadores.
Cuando todo parecía dominado por el local y el Celta de Vigo apenas hacía pie en el terreno de juego, llegó el empate. En lo que parecía ser una jugada aislada, Santi Mina dominó para su pierna hábil en la puerta del área, vio el hueco que dejó la tibia marca de Gerard Piqué y sacudió con un remate cruzado bajo que dejó inmóvil a Ter Stegen. De esta manera, el primer tiempo culminó 1 a 1.
Pero en el complemento volvió a verse el Barcelona que ha puesto a Koeman contra las cuerdas. Un equipo sin ideas, sin profundidad, con serios errores en defensa, con falta de juego asociado determinante y completamente dependiente de alguna acción individual de sus jugadores.
Casi sin rematar al arco, el elenco catalán llegó a la media hora del segundo tiempo con apenas una oportunidad de gol en una pelota parada que Ronald Araújo desperdició con un cabezazo por arriba del travesaño. Pese a que los resultados en los otros partidos le daban una oportunidad, el local hizo todo para perder.
Fue así que el Celta de Vigo fue tomando confianza y se fue acercando al arco de Ter Stegen. Incluso, por momentos se adueñó del balón. Cuando restaban ocho minutos, Lenglet vio la tarjeta roja luego de una doble amonestación y dejó a su equipo con diez hombres, algo que hizo crecer aún más al conjunto del Chacho Coudet que se encontró sobre el final con el triunfo.
La acción del 2 a 1 nació con una casualidad: un centro mal ejecutado que dio en el palo, dejó a Ter Stegen trastabillado y cayó en los pies de Santi Mina, quien capturó el rebote y con el arco a su merced empujó el balón a gol. De esta manera, el Celta de Vigo obtuvo un triunfo histórico en el Camp Nou y dejó al Barcelona con las manos vacías.