Una mujer que dijo haber sido víctima del difunto traficante sexual Jeffrey Epstein declaró que en 2001 el príncipe Andrés de Reino Unido le puso una mano en el pecho en la casa del multimillonario, ubicada en Manhattan, según documentos judiciales revelados este miércoles.
El incidente, del que ya se había informado y que el propio príncipe Andrés negó, fue uno de los detalles revelados en una serie de documentos previamente redactados.
Epstein socializó con titanes de Wall Street, miembros de la realeza y celebridades antes de declararse culpable de solicitar prostitución a un menor en 2008. Se quitó la vida en 2019 a los 66 años mientras esperaba el juicio por cargos federales de tráfico sexual.
Decenas de mujeres han acusado a Epstein de obligarlas a prestar servicios sexuales a él y a sus invitados en su isla privada del Caribe y en casas que poseía en Nueva York, Florida y Nuevo México.
Los nombres de más de 150 personas mencionadas en una demanda de Virginia Giuffre, una de las acusadoras más prominentes de Epstein, se mantuvieron bajo sello durante años hasta que un juez federal dictaminó el mes pasado que no había justificación legal para mantenerlos en privado.
En una declaración de 2016, la acusadora de Epstein Johanna Sjoberg dijo que el príncipe Andrés puso su mano en su pecho para posar para una foto con el magnate estadounidense, Giuffre y Ghislaine Maxwell, la ex novia de Epstein.
Sjoberg dijo que la foto también incluía una marioneta en la que ponía “Príncipe Andrés”.
Andrés ha sido despojado de la mayoría de sus títulos reales debido a su asociación con Epstein. El año pasado llegó a un acuerdo civil con Giuffre por una suma no revelada y ha negado haber cometido delito alguno.
La lista tiene su origen en una demanda por difamación que Giuffre interpuso contra Maxwell hace tiempo.
Maxwell, hija del magnate británico de los medios de comunicación Robert Maxwell, cumple una condena de 20 años de prisión por reclutar a menores para Epstein.
Giuffre acusó a Maxwell de reclutarla cuando era menor de edad para que abusara de ella.
La juez estadounidense Loretta Preska, quien supervisa el caso, dictaminó que algunos nombres seguirían siendo confidenciales, incluidos los de las personas que eran menores de edad cuando Epstein abusó de ellas.