¿Dónde está el jefe de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol), el chino Meng Hongwei? Eso es lo que se pregunta su familia y, desde este viernes, también las autoridades judiciales francesas, que han abierto una investigación por la desaparición del presidente de la Interpol, a quien nadie ha vuelto a ver desde que viajó a su país de origen, a finales de septiembre.
Las investigaciones las está llevando a cabo, a instancias de la fiscalía de Lyon, la sección criminal de la división interregional de la policía judicial de esta ciudad francesa en la que Interpol tiene su sede. El Gobierno francés ha manifestado su inquietud por el asunto y por las presuntas amenazas que habría recibido su esposa pero, según el Ministerio del Interior, su contraparte china todavía no se ha pronunciado sobre el caso.
En una declaración difundida en la tarde de este viernes 5 de octubre, y que recoge la agencia Reuters, el ministro del Interior de Francia ha comentado que continúan los intercambios de comunicaciones con las autoridades chinas.
«Francia está perpleja acerca de la situación del presidente de Interpol y está preocupada por las amenazas ejercidas contra su esposa», ha indicado. Según el Ministerio, la mujer de Meng ha sido intimidada por teléfono y a través de las redes sociales.
Su mujer desconoce su paradero desde el 25 de septiembre
Según la agencia France Presse, que cita a fuentes del Ministerio del Interior, fue la esposa de Meng la que denunció el jueves a la policía la desaparición “inquietante” de su marido, del que dice no saber nada desde el 25 de septiembre. Unos días antes habría viajado a China desde Estocolmo.
Por su parte, el diario Le Monde aventura que no se trataría de un asunto criminal sino de carácter político. De acuerdo con el rotativo parisino, que no revela sus fuentes, la pista privilegiada por los investigadores es la de una detención temporal en régimen de incomunicación por parte de las autoridades de Pekín “en el marco de un ajuste de cuentas internas en el poder chino”. Una teoría que también se maneja en el país asiático.
Antes de su designación como presidente de Interpol, Meng era viceministro de la Seguridad Pública china, un departamento de enorme poder a cuyo cargo están la Policía y los servicios de espionaje.
Su desaparición no se ha publicado en los medios de comunicación en la China continental, fuertemente censurados. Pero el diario hongkonés South China Morning Post cita una fuente anónima que asegura que Meng fue detenido en el mismo momento de pisar territorio chino, la semana pasada, y que se encuentra en poder de las autoridades responsables de la vigilancia de la disciplina del Partido Comunista Chino.
Una fuente anónima asegura que Meng fue detenido en el mismo momento de pisar territorio chino, y que se encuentra en poder de las autoridades responsables de la vigilancia de la disciplina del Partido Comunista Chino.
Eso significaría, si se confirma este extremo, que el jefe de la Interpol se encuentra bajo sospecha de corrupción. La Comisión Central para la Vigilancia de la Disciplina es el órgano policial del partido encargado de combatir ese tipo de casos.
El Ministerio del Interior francés dijo, de acuerdo con AFP, que ha dejado saber a Pekín su interés por saber qué ha pasado con el alto funcionario chino. «Francia se interroga sobre la situación del presidente de Interpol y está preocupada por las amenazas de las que ha sido objeto su esposa”, que según el ministerio ha declarado haber sido amenazada por teléfono y por las redes sociales.
“Consultadas por la oficina de enlace de Interpol en Pekín, las autoridades chinas no han aportado hasta el momento ninguna precisión. Los intercambios con las autoridades chinas continúan”, agregó la institución francesa.
El presidente chino Xi Jinping mantiene una dura campaña contra la corrupción
Desde la llegada al poder del presidente Xi Jinping, hace seis años, China se ha visto inmersa en una dura campaña contra la corrupción, que ha costado la caída en desgracia de millones de funcionarios. El más prominente de ellos es el antiguo superior directo de Meng, el exministro de Seguridad Pública y otrora uno de los nueve hombres más poderosos del país, Zhou Yongkang, condenado a cadena perpetua por abuso de poder. Los críticos de Xi alegan que, en parte, esa campaña ha servido al régimen para deshacerse de posibles rivales políticos.
Meng Hongwei, de 65 años, lleva dos como presidente de Interpol, donde sustituyó a la francesa Mireille Ballestrazzi. Su mandato concluye en 2020. En su día, su nombramiento (el primero de un ciudadano chino al frente de la organización policial) generó numerosas protestas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, que alertaban sobre la posibilidad de que Pekín pudiera aprovechar el cargo para intentar localizar a disidentes y fugitivos en el extranjero.
Según la página web de la institución, Meng aún ocupaba el cargo de viceministro de la Seguridad Pública china. Sin embargo, en la amplia remodelación de los órganos de poder chinos del pasado abril perdió su asiento en el comité central del partido, el verdadero indicador del poder en la segunda potencia económica del mundo.
Mientras la prensa bulle de especulaciones, la Interpol guarda distancias. En un escueto comunicado, la organización policial ha dicho que es “consciente” de las informaciones de prensa en torno a la “supuesta desaparición” de su representante máximo y se limita a señalar que se trata de “un asunto” del que se deben ocupar “las autoridades pertinentes de Francia y China”.
Además, la Interpol precisa que Meng no se ocupa del día a día, sino que esta responsabilidad recae en el secretario general, Jürgen Stock.
La función principal de Interpol, creada en 1914 y que cuenta con más de 190 miembros, es proporcionar a las fuerzas policiales una plataforma internacional para que los Estados puedan notificar información relativa a sospechosos de haber cometido diferentes delitos.
Lamentable noticia