Un acuerdo de última hora, mientras se acercaba la medianoche del jueves (cuando termina el año fiscal en Estados Unidos) evitó el cierre del Gobierno. El líder de la mayoría Demócrata en el Senado, Chuck Schummer, dijo que los republicanos aceptaron votar por separado el techo de la deuda, algo que inicialmente estaba incluido en el mismo proyecto fiscal.
El fantasma del cierre del Gobierno se apareció esta semana en Washington en medio de las discusiones sobre el presupuesto para el siguiente año fiscal. Los demócratas intentaron resolver los dos problemas (el límite de la deuda y el presupuesto) y aprobar una sola legislación, pero el proyecto se estancó en el Senado debido a la oposición del partido Republicano e incluso de demócratas reacios respecto a la agenda económica del presidente Joe Biden, valorada en de 3,5 billones de dólares.
Para sacar adelante estas dos políticas solo con el respaldo del partido Demócrata, Biden decidió cancelar un viaje a Chicago ―en el que iba a tratar temas relacionados con el Covid-19― para encerrarse a negociar con los legisladores demócratas que se oponen a su propuesta.
Una negociación de la que depende el plan de infraestructuras ‘Build Back Better’, una propuesta económica que incluye reformas sociales, de educación y sanidad, entre otras. Su aceptación supondría una victoria política mayúscula para Biden y sus seguidores más progresistas, ya que esta agenda económica sería financiada con un aumento de los impuestos a los más ricos del país.
Los problemas de Biden para crear consenso entre los demócratas
El presupuesto valorado en más de 3,5 billones de dólares está poniendo a prueba el control de Biden sobre su partido y la Cámara de Representantes. Y, en estos momentos, todos los ojos están puestos en dos legisladores centristas: Joe Manchin, de Virginia Occidental, y Kyrsten Sinema, de Arizona. Ambos sostienen que el propuesto es un gasto demasiado grande, aunque no han dicho públicamente qué cifra estarían dispuestos a aceptar.
Los dos demócratas dubitativos se reunieron el martes 28 de septiembre con el mandatario, pero de momento no hay un resolución oficial.
«El presidente consideró que fue constructivo, que se avanzó, que se llegó a un acuerdo, que estamos en un momento crucial», dijo Jen Psaki, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, sobre la reunión del martes.
Este proyecto cuenta con una fuerte oposición de los republicanos, con algunos tildándolo de «gran socialismo gubernamental». No obstante, Biden insiste en que el precio de su agenda económica será cero, ya que se pagaría con impuestos más altos sobre las corporaciones que tengan beneficios de más de 5 millones de dólares al año y de los ciudadanos con ingresos netos de más de 400.000 dólares anuales.
Pero, ¿qué es el cierre de Gobierno?
Cuando el Gobierno se queda sin fondos en Estados Unidos, se supone que debe proceder y despedir a todos sus trabajadores no esenciales. Algo que haría peligrar el trabajo de más de un millón de trabajadores federales y de un número incalculable de contratistas. No obstante, no se espera que la actividad cese ni en el peor de los casos, sino que miles sigan trabajando sin tener claridad sobre cuándo se les pagará.
La última vez que cerró el Gobierno fue en 2018, a raíz de una disputa entre el entonces presidente Donald Trump y los demócratas del Congreso sobre los fondos para construir el muro de la frontera de Estados Unidos con México. El cierre resultó en un lapso récord de 35 días y se extendió hasta enero de 2019.
Reformas Sociales, de educación, salud entre otras, son reformas que todo presidente elegido democraticamente tiene derecho de realizar pero ni los demócratas están al 100% con Biden no digamos los republicanos. ¿Porque la USA mete su cuchara aquí ?
Si aquí quedáramos sin fondos y cerrara el gobiernos y se despidieran a trabajadores no esenciales, saldrían a chillar los del 3% diciendo que la independencia de poderes esta en decadencia y que se violan los derechos humanos.