Hace apenas tres años que Cuauhtémoc Blanco colgó los botines. Su extensa carrera de 23 años culminó en abril de 2015 cuando el ex futbolista mexicano, entonces de 42 años, salió campeón de la Copa MX junto al Puebla. Tal vez haya sido una decisión que venía madurando hace tiempo, tal vez un impulso reciente, lo cierto es que desde algunos meses antes de decirle adiós a las canchas, Blanco ya estaba inmerso en una actividad a la que a partir de ese momento le dedicaría toda su energía.
En junio de ese año, se presentó como candidato del Partido Social Demócrata para competir por la alcaldía de Cuernavaca y ganó, convirtiéndose así en el Presidente Municipal de la ciudad, el puntapié inicial de una carrera política, que parece a punto de dar un salto hacia un escenario mucho mayor.
Aliado al Partido Encuentro Social (PES), que impulsa la candidatura de Andrés Manuel López Obrador a presidente de México, Blanco lidera por casi 30 puntos las encuestas para convertirse en el gobernador de Morelos, el Estado dentro del cual se encuentra Cuernavaca. Si bien su primera incursión en la política se construyó sobre su popularidad como futbolista, lo cierto es que esta vez el ex ídolo de la selección mexicana llega con experiencia y un mensaje cuidadosamente armado, tal como revela una reciente nota del diario El País, de España.
«El 50% de la población de Morelos vive en la pobreza por culpa de la clase política que nos gobierna, que son una bola de ratas», es solo uno de los testimonios que recoge el diario, que lo acompañó en una recorrida por el mercado central de Cuernavaca. De ser un hombre tímido que le costaba hablar en público, Blanco ahora se muestra más cómodo entre la multitud y con un discurso que se concentra en pocas consignas, que repite constantemente: la demanda de la población por seguridad, la necesidad de un «cambio verdadero», y la culpa excluyente de la clase política que ha gobernado hasta ahora por la paupérrima situación en la que se encuentra la región.
Crédito abierto para un ídolo
La carrera futbolística de Blanco lo llevó a jugar en varios clubes, tanto en México como en otras partes del mundo (además del Puebla, jugó en el Chicago Fire, en EE.UU. en el Real Valladolid de España y en el América de México, del cual se retiró como uno de sus mayores ídolos), pero fue su paso por la selección mexicana el que cimentó su lugar en el panteón de referentes locales.
Con 38 goles marcados, es el tercer goleador histórico de la selección. Se le rindió un homenaje en el entretiempo del partido contra Israel que marcó su retiro en 2014, y fue ovacionado al término del encuentro. «Así como defendí la camiseta de México, los defenderé a ustedes», fue otra de sus frases recogidas entre los puestos de venta del mercado de Cuernavaca.
Blanco basó su decisión de aliarse a la candidatura presidencial de López Obrador en el hecho de que el PES le parecía «un partido nuevo y fresco». «Tenemos la misma ideología, venimos de abajo y nos gusta ayudar a la gente», es la explicación que le ofreció a El País.
En una entrevista en enero con Radio Fórmula, Blanco pidió que dejen que López Obrador llegue a la presidencia antes de criticarlo. «Lo recuerdo porque ayudaba mucho a las personas damnificadas, y sé que le han quitado muchas presidencias con fraudes. Dicen que con él México va a ser como Venezuela pero yo creo que primero hay que dejarlo que llegue y ver también la respuesta de la gente», fueron sus palabras.
En el caso de que Blanco llegue a la gobernación de Morelos, su tarea, al menos durante su primera etapa, será cuesta arriba. Morelos es el segundo Estado más pequeño del país, y el más densamente poblado, con casi dos millones de habitantes. Recibiría una administración quebrada, que al día de los comicios tendrá que pagar 700 millones de pesos mexicanos (unos 35,5 millones de dólares) por el vencimiento de una deuda. Es por esto que su campaña actual está atravesada por la idea de austeridad.
Blanco ha convertido las denuncias de corrupción en parte central de su plataforma, e inclusive ha sugerido que, si llega a la gobernación y comprueba la existencia de actos ilícitos, buscará enviar a la cárcel a los culpables. Sin embargo, su propio paso por el gobierno municipal de Cuernavaca también se ha visto teñido de denuncias de malversación de fondos. En 2016, el sitio Reporte Indigo denunció que en la alcaldía había gastos mensuales por más de 600 mil pesos a nombre de Blanco, quien tenía un sueldo que apenas superaba los 35 mil.
