Corea del Sur informó este martes de sus primeros casos de peste porcina africana, sumándose a la lista de países golpeados por esta enfermedad que obligó a sacrificar cerdos en varios países de Asia, provocando un aumento mundial de los precios.
Un funcionario del ministerio de Agricultura de Seúl confirmó a la AFP que cinco cerdos hallados muertos en una granja de Paju, una ciudad cercana a la frontera entre las dos Coreas, estaban infectados con el virus.
«Aún es demasiado pronto para confirmar si el caso provino del Norte», añadió.
El ministro de Agricultura de Corea del Sur, Kim Hyun-soo, dijo que 3.950 cerdos de tres granjas de Paju tuvieron que ser sacrificados.
El virus no es dañino para los humanos, pero en los cerdos provoca una fiebre hemorrágica que casi siempre resulta fatal.
No existe antídoto ni vacuna, y el único método que se conoce para evitar que la enfermedad se propague es el sacrificio masivo de los animales afectados.
Hace tres meses, Corea del Norte alertó a la Organización Mundial de Salud Animal de que decenas de cerdos habían muerto por esta enfermedad en una granja cerca de la frontera con China, según el ministerio de Agricultura del Sur.
En junio, Seúl dijo que era «altamente probable» que la enfermedad llegara al país desde el norte, y ordenó que se erigieran vallas en las granjas cercanas a la frontera, para evitar el contacto de los puercos con jabalíes.
En Corea del Sur hay alrededor de 6.700 granjas porcinas. El sector representa 40% de la industria ganadera.
En mayo, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dijo que los precios de la carne porcina habían aumentado 50% tanto en China como en el mercado de futuros de Chicago, como consecuencia del brote de fiebre porcina.
El mes pasado, la FAO anunció que casi cinco millones de cerdos murieron o fueron sacrificados en Asia debido a la propagación de la enfermedad.